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Por: Cosmopolitan | 15/11/15

“Mi papá es gay”


Dos chicas cuentan cómo viven una realidad que al principio las shockeó y las obligó a enfrentar prejuicios propios y ajenos

“Después de unos meses de haberse separado de mi mamá, mi papá nos juntó a mí y a mi hermano para contarnos que era homosexual. Yo tenía 14 años y, en ese momento, la noticia me impactó mucho. Me costó asumirlo, no podía decir ´Mi papá es gay’”, cuenta Luna Águila, de 18 años. Como le sucedió a ella o como también les pasó a los hijos del personaje de Martin Sheen en la nueva serie Grace & Frankie, la noticia genera sorpresa en la familia, y no todos lo asimilan de la misma manera.

Vera Soto, de 29 años, se enteró de que su padre era homosexual cuando su madre se lo contó. “Se acercó enojada y me explicó el motivo por el que se estaba separando de él. Al principio creí que ella lo inventaba para que yo me pusiera de su lado”, recuerda Vera. “Nunca entendí por qué mis padres estaban juntos si se peleaban todo el tiempo. Así que cuando me enteré de la novedad sentí alivio: al fin iba a disfrutar mi relación con cada uno de ellos, sin esos conflictos que había siempre en casa”, se sincera.

No existe un manual sobre cómo actuar o lo que se debe sentir ante una revelación así. Los especialistas aseguran que la ligazón previa entre los integrantes de la familia es determinante: de eso depende la aceptación de la noticia y cómo van a asimilarla. “Si la relación entre padre e hija es buena y estable, la novedad no debería afectar al vínculo, aunque eso no quita que resulte un cimbronazo”, admite la doctora en Psicología Valeria Wittner, directora académica de la Fundación Gregory Bateson (www.fundacionbateson.com.ar).

“Confrontar con la sexualidad de los padres suele ser incómodo para los hijos. Aceptar la salida del clóset de alguien querido es un proceso con etapas que coinciden con las de un duelo, y esto es así porque se trata de una pérdida. ¿Qué se pierde? La ilusión de un padre seguro, completo, perfecto, consistente. El nuevo papá es un individuo que necesita y desea cosas nuevas, que se conflictúa, entra en crisis y se enfrenta a lo desconocido. Es alguien imperfecto, vulnerable a los ataques de los otros, y quizá haya que defenderlo de esos ataques. Es decir: es el paso del padre ideal al padre real”, explica la psicóloga Patricia Martínez, del departamento de Psicología de Halitus Instituto Médico (www.halitus.com).

Y ahora, ¿qué va a pasar?

Para Luna, el tiempo fue un factor clave no solo para entender a su papá, sino también para decidir si quería o no hablar de la homosexualidad de él con otras personas. “Me di cuenta de que no era necesario ventilar la noticia a los cuatro vientos, pero podía contársela sin problemas a mi entorno sin preocuparme por el qué dirán. Antes, mentía y decía que mis padres se habían distanciado porque se llevaban mal. Entendí que más grave habría sido que la ruptura se hubiera dado por maltrato: eso me debería dar vergüenza, no la elección sexual de uno de ellos”, cuenta.

A Vera, en cambio, le fue más difícil. “Al principio no le dije la verdad a nadie. Hoy la saben mi novio y dos amigas: me animé a contarlo porque empecé terapia. Eso me ayudó muchísimo. Es más: hoy ya no me resulta un tema conflictivo”, confiesa. Luego de la separación de sus padres, Vera comprendió que su mamá no le había mentido cuando habló de la sexualidad del padre. Nunca tuvo una conversación con él, pero con el tiempo se dio cuenta de que él estaba en pareja con ese amigo de toda la vida que ella tanto conocía. “Un verano me fui de vacaciones a Valeria del Mar, y cuando entré al cuarto, vi que compartían la cama matrimonial. Los notaba tan bien que me dio mucha alegría”, recuerda.

Cuando su papá le presentó a su novio, Luna tuvo más conciencia de lo nuevo. “Supe que ese vínculo era parte de mi realidad y lo iba a seguir siendo. Por suerte, me llevo muy bien con su pareja”, enfatiza.

La verdadera aceptación

Aceptar la noticia no implica tener que ir por la vida con un cartel luminoso que diga “Mi padre es gay”. Tampoco, evadir los debates internos que pueda traer esa novedad. Según los expertos, la clave está en alejarse de todos los preconceptos y hacer foco en los verdaderos sentimientos, que es lo que realmente importa. “Ese proceso implica una etapa de adaptación. Si existen dificultades y conflictos durante mucho tiempo, se debería trabajar el tema en psicoterapia. Hay que superar la incomodidad y contar lo que resulta conflictivo para poder convivir con ello y superarlo”, recomienda la psicóloga clínica Alejandra Goldschmidt, directora de Foro Diversidad (www.forodiversidad.com). Esta especialista destaca: “Lo importante es mantener un vínculo fuerte. Hacer como si nada hubiera sucedido o pelearse a muerte con el hecho no ayuda”.

Martínez asegura: “Aceptar la nueva imagen del padre es un paso muy costoso desde el punto de vista emocional, pero es necesario para comenzar una nueva relación basada en la verdad y en la comprensión. Este nuevo vínculo solo es posible si se tiene la madurez emocional para aceptar que él es también un hombre movido por el deseo de vivir con plenitud”.

Lo que sigue a la revelación

Los especialistas recomiendan que no exista una única charla sobre el tema, sino que quede abierta la posibilidad de preguntar e indagar en otras oportunidades. “Con el tiempo, la concepción y los sentimientos van a ir cambiando, como también las inquietudes. La verdad es esclarecedora siempre y ayuda a que el vínculo se vuelva más cercano y sincero”, destaca Goldschmidt.

Según los expertos, una vez que se supera el impacto inicial por la novedad, el vínculo se fortalece. “La relación con mi papá mejoró en los últimos años. Pude aceptarlo y estar orgullosa de él, quien se sinceró y dejó de reprimir su elección. Aprendí a entenderlo y a conocer sus verdaderos deseos, que se vinculan con la felicidad. Así, me enseñó que el respeto es la aceptación del otro. Ahora yo también me animo a expresar mis deseos. Gracias a su elección y su valentía, hoy soy una persona open mind”, concluye Luna.

El momento de la verdad

Si alguien muy cercano a vos te cuenta que es homosexual, te conviene tener en cuenta algunas cuestiones:

• Seguramente la novedad te afecte, pero es más importante lo que le sucede al otro y cómo lo vive. Tal vez luchó internamente para asumirlo y compartirlo con vos.
• No te conviertas en jueza de la sexualidad ajena: la otra persona te cuenta cómo quiere vivirla, no te pide que participes de su decisión, sino que la entiendas y la respetes.
• Evitá el prejuicio. Intentá ser lo más madura posible para comprender y para empatizar.
• Escuchá con atención y brindale el tiempo necesario para que te cuente todo lo que quiera. Escuchar ayuda a comprender.

FUENTE: VALERIA WITTNER, DOCTORA EN PSICOLOGÍA; PATRICIA MARTÍNEZ, PSICÓLOGA; ALEJANDRA GOLDSCHMIDT, PSICÓLOGA CLÍNICA.

http://www.cosmo.com.ar/2015/11/mi-papa-es-gay/