Entre los últimos dos a ocho años antes de la menopausia y un año después, la mujer pasa por lo que se llama perimenopausia y que anuncia el descenso en la actividad ovárica hasta llegar a la etapa no reproductiva. En esta etapa los óvulos pierden rápidamente calidad, la fertilidad baja drásticamente y los embarazos presentan otros riesgos. Todo lo que hay que saber.
La anticoncepción ocupa durante este período un lugar aunque muchas mujeres crean que a partir de las irregularidades ya no lograrán el embarazo. No sólo para evitar embarazos no deseados sino también para mejorar la calidad de vida de la mujer. La mujer y el médico decidirán cuál es el método más conveniente a utilizar teniendo en cuenta la historia clínica de la paciente y las contraindicaciones de cada método anticonceptivo. “Muchas veces, una mujer posterga la búsqueda de un hijo hasta los 40 años y puede encontrarse con que cuando llega el momento de buscarlo, no llega. El descenso de la fertilidad viene acompañado por una baja en la calidad ovocitaria y además, con un aumento del riesgo de anormalidades de cromosomas, de patologías uterinas, baja respuesta de FSH normal y mayores chances de aborto. Esta disminución puede producirse en los tiempos naturales y normales, puede hacerlo en forma prematura, que es lo que se da en llamar falla ovárica temprana (en general determinada genéticamente), o puede presentarse como consecuencia de tratamientos oncológicos como cirugía, rayos o quimioterapia. Cuando una mujer de 40 años consulta a los médicos para quedar embarazada rápidamente, se le realizan estudios fundamentalmente tendientes a evaluar la reserva ovárica desde el punto de vista reproductivo así como otros parámetros. A partir de estos estudios se detecta si es factible seguir adelante con el tratamiento que corresponda y saber así a corto plazo si es una de las privilegiadas que logran embarazarse después de los 40 años. Siempre repetimos lo mismo pero es importante crear conciencia de que la fertilidad tiene su pico a los 25 años, desciende lentamente a partir de los 30, menos lentamente luego de los 35 y rápidamente luego de los 40. Por eso insistimos en la necesidad de evaluar la fertilidad tempranamente para tomar las medidas necesarias para que, de postergar hasta los 40 años, la mujer conserve sus opciones. En cuanto a la fertilidad, entonces, el estudio y tratamiento para intentar lograr el embarazo debe ser lo más rápido posible dado que luego de los 40 años el declinar del funcionamiento ovárico puede ocurrir en cualquier momento y hasta en forma sorpresiva”, sostiene el Dr. Sergio Pasqualini, Director de Halitus Instituto Médico. Y agrega, “El obtener algún óvulo viable es la limitante más frecuente para poder lograr el embarazo y va a depender de la habilidad del médico para poder lograrlo si es que existe esa posibilidad”.
Nota completa: Fertilidad, embarazo y parto en mujeres mayores de 40 años