proximadamente el 40 % de las mujeres refieren molestias relacionadas con su menstruación pero es muy difícil saber cuál es la verdadera prevalencia del llamado Síndrome Premenstrual porque los síntomas son muy variables y difíciles de cuantificar. Además, está muy arraigada la cultura de que es esperable tener síntomas premenstruales, por lo tanto la recopilación de datos fidedignos es muy difícil. Sin embargo es importante saber de qué se trata y cuándo hay que preocuparse.
“PMS es la aparición cíclica de varios síntomas -a veces más de 100- que ocurren justo antes de la aparición de la menstruación. Éstos pueden afectar la calidad de vida o de trabajo y se caracterizan por desaparecer luego de la menstruación. Todos los síntomas ocurren dentro de los 7 a 10 últimos días del ciclo”, sostiene la Dra. Florencia Inciarte, miembro del Departamento de Ginecología y Patología cervical de Halitus Instituto Médico.
Los síntomas más comunes del síndrome premenstrual:
– Distensión abdominal
– Cambios de humor
– Ansiedad o tensión
– Mastalgia (dolor mamario)
– Episodios de llanto fácil
– Depresión
– Fatiga
– Falta de energía
– Irritabilidad
– Dificultad para concentrarse
– Dolor de cabeza
– Cambios en hábitos alimentarios (hambre y sed)
– Síntomas gastrointestinales
– Palpitaciones
– Cambios en la rutina del sueño
– Edema en las extremidades
Diagnóstico: la paciente tiene el rol fundamental
“Siempre que la paciente note que estos síntomas afectan su vida, ya sea social o laboralmente, debe consultar. Generalmente en la consulta ginecológica cuando los médicos averiguamos sobre el ritmo menstrual y sus características, los ginecólogos deberíamos preguntar si hay algún síntoma que la esté molestando, para así descartar este síndrome. Para el diagnóstico, la paciente debe llevar un registro de sus síntomas por lo menos durante tres meses, y en realidad no importa cuáles exactamente sean esos síntomas sino corroborar que sean cíclicos. La mejor manera de diagnosticarlo es el seguimiento día a día de los síntomas y las escalas de dolor y un análisis pormenorizado luego de varios meses de obtener esta información diaria. Es decir que lo importante es registrar la naturaleza cíclica de los síntomas”, explica la médica especialista.
Para el NIMH (Nacional Institute of Mental Health) el diagnóstico requiere la documentación de, por lo menos, un aumento del 30% en la severidad de los síntomas los 5 días previos a la menstruación, comparado con los 5 días posteriores a la misma. Sin embargo, la APA (American Psychiatric Association) es más exigente para el diagnóstico y requiere que los síntomas sean cíclicos, que al menos haya 5 de los nombrados, que interfieran con el trabajo o vida social, y que los síntomas no sean exacerbaciones de otros desórdenes psiquiátricos.
Tratamientos
No hay una teoría exacta que determine las causas por las que se presenta este síndrome y el tratamiento se centra principalmente en reducir los síntomas que interfieren con la vida diaria y bajan la calidad de vida.
– Anticonceptivos
– Agentes progestacionales
– AINES
– Antidepresivos
– Diuréticos
Según la Dra. Inciarte, “muchos de los tratamientos propuestos no siempre han demostrado ser más efectivos que el placebo. Es fundamental entender que el Síndrome premenstrual tiene una base psicofisiológica, es decir que fisiológicamente se encuentra asociado al ciclo menstrual pero que tiene también un aspecto psicosociológico que no hay que dejar de lado. Estas pacientes responden de forma desmedida a cambios neuroendócrinos y hormonales normales. A mi entender el enfoque multidisciplinario es importante también, por ejemplo, la psicoterapia. Muchas veces las modificaciones nutricionales –dieta baja en grasas, azúcares y sodio e incorporando más fibras y proteínas- ayudan a mejorar los síntomas (30% de las pacientes), aunque el sólo cambio de la dieta suele no ser la solución al mejoramiento de los síntomas”.
Cuando las molestias se extienden durante el período menstrual, hay algunas indicaciones para sentirse mejor:
– Tomar calmantes: La ingesta de analgésicos puede evitar los síntomas si son ingeridos el día anterior al primer día de menstruación. Algunos de ellos, como el ibuprofeno, detiene la producción de prostaglandinas
– Actividad física: Realizar ejercicio físico durante el menos 20 minutos aumenta el flujo sanguíneo del cuerpo, generando endorfinas Tomar un baño de inmersión: Los músculos del cuerpo, incluso aquellos del útero pueden relajarse con el calor, es por eso que una ducha caliente, un baño de inmersión o el calor emitido por una almohadilla eléctrica, pueden eliminar la tensión muscular y así calmar el dolor.
– Cambios de hábito: Reducir la ingesta de alcohol y cafeína, dejar de fumar, llevar adelante una dieta baja en grasas e ingerir mayor cantidad de verduras y jugos de fruta también colaboran a sentirse mejor.
“Cualquier tipo de dolor pelviano- antes, durante e incluso después de la menstruación- requiere la consulta médica para poder descartar algunas causas más importantes de dicho dolor como problemas uterinos, de las trompas de Falopio u ováricos”, concluye la Dra. Inciarte.