Las estructuras familiares han sufrido cambios a lo largo de la historia hasta llegar al modelo actual. A partir de las técnicas de reproducción asistida aparecieron nuevos modelos de familias: Monoparentales, Homoparentales, Ensambladas, y tantas otras.
Un nuevo modelo lo constituye la madre sola por elección que recurre a técnicas de fertilización asistida para construir su familia en solitario. Suelen ser mujeres activas e independientes que en general tienen más de 35 años y no quieren esperar que el reloj biológico diga basta, por lo que deciden afrontar la situación y no que la situación las aniquile. Son valientes, decididas y seguras de sí mismas, aunque no omnipotentes dado que son conscientes del desafío que implica romper el molde.
Estas mujeres en general, escinden el proyecto de familia respecto del de pareja. Si bien en nuestra cultura el hijo es el producto del amor entre un hombre y una mujer, ¿qué pasa cuando el amor no llega? ¿Qué pasa cuando el momento de ser madre de la mujer no coincide con el de su partenaire?
En nuestra sociedad actual el sujeto humano emplea cada vez más tiempo en su desarrollo y crecimiento ya sea desde lo laboral o profesional e incluso desde su construcción como persona. Este tiempo que cada persona necesita para construirse a sí misma necesariamente lo retrasa en su proyecto de ser padre o madre.
La biología pone un límite innegociable a las mujeres, y cuando cada una se enfrenta con ese límite las posibilidades son la pérdida del proyecto de familia tal como lo había soñado desde niña, o el enfrentarse al desafío de formar un nuevo modelo familiar.
El desafío de elegir la maternidad en solitario conlleva, como toda elección, exigencias que la situación implica. En primer lugar hay que prepararse, en la mayoría de los casos las madres solas provienen de hogares tradicionales donde hubo un hombre ejerciendo el rol paterno y una mujer en el materno. Este es el primer molde a romper, abandonar los ideales maternos y paternos no siempre es fácil y nos llena de culpa y consecuentemente de miedos y fantasmas. Por eso es importante enfrentar esta situación, cuestionarse y por sobre todo no engañarse respecto de lo que se gana desestimándose lo que se pierde. Se gana mucho pero también se pierden ideales, deseos y sueños infantiles, entre otras cuestiones, cada uno debe evaluar y sopesar cuando está dispuesto a perder respecto de lo que va a ganar.
Por otra parte, este proceso se atraviesa sin una pareja, por eso es fundamental que quien decide recorrer este camino, pueda armar una buena trama o red social-familiar de contención.
Con óvulos propios o donados y /o con esperma de donante, estas mujeres se atreven, desafían y renuncian, constituyéndose en pioneras en una nueva forma de arribar a la maternidad.
¿Cómo se construye la identidad de un niño nacido a partir de gametas donadas?
Cada familia o persona sola que recurra a la donación de gametas debe saber que este dato le pertenece al sujeto por nacer y que recibir esta información es un derecho que este nuevo ser tiene.
Cada familia procederá según sus ritmos, tiempos e idiosincrasia, le hablará en la lengua que circule en dicha casa y ayudará a armar la historia que precede a su llegada al mundo. Le contará de la existencia de los donantes, aquellas personas que desde la sensibilidad con la falta del otro, donan sus gametas para que aquellos puedan concretar su sueño.
Hablar de la existencia de los donantes contribuye a la diferenciación de roles, el niño sabrá desde el inicio de su historia que hubo alguien que “donó algo de su cuerpo” para que sus papás pudieran ser sus papás, para que padres e hijo pudieran encontrarse. Es un deber de los padres, basado en el derecho de cada sujeto de conocer todos los datos de su historia para poder construir su identidad.
Los equipos de Psicología Aplicada a la Medicina Reproductiva asesoran, concientizan y proveen de recursos y herramientas para abordar estos temas con los niños.