Unas diez argentinas por día congelan óvulos como manera de preservar su fertilidad, a sabiendas que a partir de los 30 años la calidad empieza a bajar y después de los 35 cae en picada. La técnica de vitrificación (de congelamiento rápido en nitrógeno a 196 grados bajo cero) se utiliza también para embriones que resultan de tratamientos de fertilidad y deciden no implantarse. ¿Cuáles son los puntos a favor de congelar óvulos? Detener el reloj biológico (que los óvulos no pierdan calidad con el tiempo), o preservarlos en el caso de las pacientes oncológicas o cualquier otro tratamiento médico que pudiera afectarlos, dice Gustavo Martínez, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer).
En cuanto a los “contras”, Martínez asegura: “El porcentaje de embarazo no es el mismo con embriones producidos en fresco o con embriones criopreservados. Tampoco en el caso de óvulos”. Aunque la médica Liliana Blancoopina lo contrario y asegura que la chance de éxito es la misma.
El presidente de Samer enumera por su parteciertos “mínimos” riesgos para la mujer frente a este procedimiento, que son “los mismos que una estimulación ovárica para producir embriones in vitro: posibles problemas durante la intervención en quirófano durante la aspiración folicular (no es frecuente pero pude pasar); síndrome de hiperestimulación ovárica; mala respuesta a la estimulación hormonal; posible torsión ovárica; posible sangrado; problemas con la anestesia”. Aunque agrega que nada de esto es frecuente. Para Blanco los riesgos son los mismos y tan bajos como para cualquier tratamientos de fertilidad: “0.3 % de infección o hemorragia”. “La tasa de embarazo -agrega- con óvulos vitrificados es del 25 al 30 % como en la población en general”. Aunque aclara que es importante tener en cuenta la edad de vitrificación, la reserva ovárica, el número de ovocitos que se puedan vitrificar (lo ideal son cerca de 10) y el factor masculino (la calidad de los espermatozoides); no todo depende del óvulo.
¿Cuáles son los pasos médicos a seguir para congelar los óvulos? “Primero hacer un buen diagnóstico de cómo es la reserva ovárica con una ecografía transvaginal, un conteo de folículos centrales, un estudio del nivel de FSH, LH y estradiol en el día tres del ciclo, aunque de esto podría prescindirse, y lamedición del nivel de la hormona antimulleriana en cualquier momento del ciclo”, explica el médico especialista Adán Nabel. Luego si vale la pena, es decir si hay una reserva folicular considerable y de una calidad suficiente según estos estudios, viene la preparación de la mujer que algunos médicos hacen con anticonceptivos, la estimulación para el crecimiento y maduración de los folículos con inyecciones diarias durante algunos días de gonadotrofina subcutánea (en el rollo abdominal) y entre medio tres o cuatro controles ecográficos. La cuestión termina con la aspiración de los folículos en el quirófano, leve sedación mediante. Se recomienda un día de reposo.
“Hoy lo que más frena a las mujeres es el aspecto económico”, cuenta Nabel. Pues cuestaentre 40.000 y 70.000 pesos incluida la medicación, más unos 7.000 pesos anuales de mantenimiento y no está cubierto, salvo casos de enfermedad, como en el de los pacientes oncológicos, por obras sociales o prepagas.
Todo el ciclo dura alrededor de veinte días, si es que no se interrumpe, algo que puede pasar cuando la respuesta ovárica no es la esperada. Según Nabel, aunque aclara que es una opinión personal y que cada médico tiene su estándar, el mínimo para seguir con el procedimiento es la expectativa de poder obtener seis óvulos maduros.
La criopreservación comenzó a estudiarse a fines del siglo 19 y principios del siglo 20. La primera técnica desarrollada fue, en los años treinta, la vitrificación; pero enseguida fue dejada de lado. Lo primero que se criopreservó con éxito fue semen de bovinos y porcinos en los cincuenta empleando congelamiento lento. En los setentas comenzaron a criopreservarse con éxito embriones de animales y en los ochenta, con congelamiento lento, embriones humanos. Y casi dos décadas después se volvió a insistir con la vitrificación.
En el país se usa hace alrededor de 18 años y Argentina ostenta el record mundial de óvulos criopreservados hace 14 años que dieron nacimiento al descongelarlos, cuenta el médico Sergio Pasqualini.
“La vitrificación, técnica súper rápida de congelamiento , tiene una tasa de sobrevida de más del 95%”, asegura Liliana Blanco, directora del centro Procrearte.
Según Gustavo Martínez, presidente de Samer y miembro de Fertilidad San Isidro, de cada 10 (óvulos o embriones) vitrificados, 9 pueden utilizarse después de su desvitrificación. “Una vez criopreservados pueden quedar muchísimos años en ese estado sin ser afectados, mientras no falte nitrógeno”, agrega Martínez.
Para Pasqualini, “lo que vas a obtener al descongelar es lo que tenías cuando congelaste. La vitalidad depende de la calidad inicial del óvulo. Si no funciona ahora seguramente antes tampoco habría funcionado, siempre que se vitirfique como corresponde”.
Una de las preguntas que suelen hacerse en la consulta es cuántos óvulos hay que criopreservar. Los especialistas responden: los que más se puedan. Para lograr un hijo, aclaran, hacen falta varios óvulos, porqueno todos fertilizan y no todos los que fertilizan evolucionan, por eso es bueno tener reservados para varios intentos.
“Hay mujeres -dice Pasqualini- que poseen una reserva ovárica subóptima, o que se las estimula y no responden en forma adecuada, y eso no significa, necesariamente, que no puedan embarazarse en forma natural. El asesoramiento en ese caso será que no demoren la búsqueda de un embarazo, si es que se dan las condiciones, ya sea sola o en pareja”.
http://www.mariajuliaolivan.com.ar/2016/10/03/los-pros-y-los-contras-de-congelar-ovulos/