Diafragma
Es un capuchón de látex o silicona que se inserta en la vagina, cubre el cuello del útero y parte vaginal bloqueando la entrada de espermatozoides.
No es hormonal pero requiere ser lavado luego de su uso.
Hay que colocarlo al menos una hora antes de tener relaciones sexuales, lo que implica cierta planificación previa. Retirarlo 8 horas después.
Es fundamental que esté colocado correctamente.
Por todo esto y porque hay nuevas opciones, este método cae cada vez más en desuso.
Preservativo femenino
Se introduce en la vagina y cumple un mecanismo de barrera que evita los embarazos y el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
No está entre los métodos más elegidos por las mujeres porque tiene un costo bastante alto, no es estético, es dificultoso de colocar correctamente y el material hace ruido.
En sus inicios se realizaba en un material poco tolerado por las mujeres, que generaba ciertas reacciones alérgicas. Luego, se cambió por un material más flexible.
Tiene alta efectividad, pero debe ser colocado correctamente y ser utilizado desde el comienzo de cada relación para resultar efectivo.
Implantes anticonceptivos
Funcionan como un método hormonal, tienen el tamaño de un fósforo y se insertan debajo de la piel del brazo.
Liberan una dosis de progesterona o de etonogestrel –según la marca- que evita la ovulación al generar cambios en el moco cervical y en el endometrio.
Su ventaja principal es que tiene una efectividad de 3 años, por lo cual, la mujer no debe preocuparse por un embarazo en ese lapso de tiempo.
Tiene una efectividad de más del 99% y es fácilmente reversible con sólo quitar el implante.
También puede, en algunas mujeres, reducir los dolores menstruales.
Otro beneficio es que no contiene estrógenos, lo que permite usarlo en el período de lactancia o en aquellas mujeres que tienen contraindicaciones médicas respecto de su uso.
Anillo vaginal
Consiste en un anillo de plástico flexible que debe ubicarse en la parte superior de la vagina y cambiarse en el plazo de tres semanas.
Luego, en el plazo de los 7 días siguientes, se presentará el período y la mujer deberá colocarse uno nuevo.
Funciona aumentando el nivel de estrógeno y progestina en el cuerpo durante tres semanas y, así, afecta la ovulación y genera cambios en la mucosa del cuello uterino y el grosor del endometrio.
Además de evitar el embarazo con un 99% de efectividad, disminuye el riesgo de cáncer de ovarios, de cáncer de endometrio y enfermedad pélvica inflamatoria; disminuye los dolores menstruales y provoca que las menstruaciones sean menos abundantes y más regulares.
Sin embargo, no es recomendable si la mujer está dando de mamar, si fuma o si sufre de obesidad, si ha tenido problemas cardiovasculares o severa hipertensión arterial, entre otras condiciones.
A modo de conclusión…
En todos los casos se requiere la consulta médica para conocer los antecedentes, la historia clínica y los deseos de la mujer para decidir cuál es el método más adecuado en cada caso.
Por el doctor R. Sergio Pasqualini, ginecólogo, director de Halitus Instituto Médico.
Fuente: Entremujeres.com