En estos casos se suele indicar el drenaje linfático. Es una maniobra manual realizada por un masajista, dirigida a activar los canales y vasos linfáticos de piel y tejido subcutáneo en dirección a los desagües (ganglios linfáticos regionales) que comunican con vías más profundas en el organismo, movilizando líquido y proteínas retenidos fuera de la circulación. Es muy suave, lento y repetido, por lo que posee un efecto sedante, antiestrés y relajante y además activa la circulación linfática.
Una de las indicaciones más frecuentes es durante el embarazo para evitar edemas e hinchazón, especialmente del rostro y de las piernas y pies por el propio sobrepeso que el embarazo acarrea. Las mujeres embarazadas encuentran distensión y mejora en su aspecto y movilidad a partir de estas maniobras de estimulación y presión. También durante esta etapa deben evitarse la ropa ajustada, los tacos muy altos y las medias que puedan cortar la buena circulación.
Asesoró: Dra. Rita García Díaz, del Dpto. de Dermatología y Estética de Halitus Instituto Médico