Las ventajas que la leche materna tiene para la alimentación del bebé son, en general, bien difundidas y, por lo tanto, conocidas.
Pero los beneficios no terminan ahí, ya que una mamá que elige amamantar verá que las ventajas no sólo son para su bebé sino para ella misma y para el vínculo que se establece entre ambos.
La doctora Karina Fraga (MN 92186), del departamento de Ginecología y Obstetricia de Halitus Instituto Médico explicó que «el bebé se beneficiará integralmente tanto en lo relativo a prevención de enfermedades, un mejor desarrollo físico y hasta también desde el punto de vista psicológico».
«Las enfermedades infectocontagiosas como diarreas, bronquitis y otitis se ven disminuidas en su incidencia y vigor. La leche materna transfiere los anticuerpos de la mamá al bebé; son los anticuerpos que ayudan a combatir enfermedades», destacó la especialista, quien remarcó que «la lactancia estimula un crecimiento y desarrollo adecuado y previene la obesidad; el vínculo y conocimiento con la mamá se ve fortalecido a través de la estimulación del contacto».
Pero también trae beneficios para las mamás, ya que las hormonas que se producen por la estimulación que el bebé le da al pezón previenen hemorragias y anemias y son las responsables de la retracción uterina. «Además, la lactancia implica un gasto energético adicional que favorece la reducción del sobrepeso -que tanto preocupa a las mujeres una vez que dieron a luz- y reduce la incidencia del cáncer mamario», destacó Fraga, quien, respecto de la anticoncepción, subrayó: «El estímulo que la mama recibe habilita procesos hormonales que suprimen la ovulación funcionando como un método anticonceptivo natural, siempre y cuando el bebé tome pecho exclusivamente, no se presente menstruación y con un bebé de seis meses o menos».
«Sin embargo, este método no es 100% seguro y aquellas mujeres que no deseen un embarazo deberán recurrir a algún otro método anticonceptivo», agregó.
Del mismo modo, el amamantamiento tampoco previene enfermedades de transmisión sexual, por lo que en ese caso deberá usarse un método de barrera (como el preservativo).
«Durante la consulta obstétrica, el médico debe ir preparando a la madre para que pueda lactar. En principio, debe realizarle una revisación mamaria mediante palpación durante el primer trimestre, no sólo para descartar alguna patología sino para observar sus pezones y las características de los mismos», aseguró Fraga, que aconsejó agregar a este examen una ecografía mamaria.
Según la especialista, es muy frecuente la consulta durante el embarazo por dolor mamario, especialmente en el pezón, casos en los que se recomienda a las futuras mamás una buena humectación. «Puede ser con crema de caléndulas y los casquillos aireadores para evitar el roce de la ropa con el pezón. Si los pezones estuviesen invertidos, o ‘umbilicados’, o no se formasen bien, también se indican estos casquillos que tienen en su interior una forma de arandela que ayuda a la formación del pezón para la lactancia. Otro elemento muy importante a tener en cuenta es el tiempo y la frecuencia del amamantamiento, que dependen de cada bebé y, hoy, en general, los pediatras recomiendan la libre demanda. En el caso de gemelos, sería óptimo amamantarlos en forma simultánea, hay mamás que pueden y otras que no y lo hacen de manera consecutiva».
«Si bien todos sabemos que la leche materna es el alimento más completo y sustancioso para el recién nacido, debemos inducir a la mamá durante sus visitas al obstetra que vaya ganando confianza e inculcarle que va a tener la capacidad de amamantar, que va a poder», destacó Fraga y agregó: «Muchos sabemos que no es fácil pero es sumamente importante ser perseverante y recibir indicaciones adecuadas y precisas. Como toda conducta, el amamantamiento se aprende y facilita de manera óptima la formación de un vínculo sólido madre- hijo”.
Es fundamental que tanto durante el embarazo -como durante la lactancia- la mujer no realice planes de alimentación para adelgazar sino más bien que mantenga una alimentación variada, completa y nutritiva y que ingiera abundantes líquidos. Para esto es indispensable el seguimiento nutricional y asesoramiento de un nutricionista.
Fuente: Infobae