La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. El amamantamiento también contribuye a que las mamás establezcan un fuerte vínculo con su bebé. El contacto físico es realmente importante para los bebés recién nacidos y puede ayudarlos a sentirse más seguros, cuidados y confortables. Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud. La producción de leche, es desencadenada por el parto pero mantenida por la succión y especialmente por el vaciado del pecho, por lo que se podría prolongar indefinidamente, ajustando siempre la oferta a la demanda, ya que cuanta más frecuencia y completamente se vacíen los pechos, mayor será la cantidad de leche que producirán. La elaboración de leche materna depende de un sofisticado mecanismo fisiológico estimulado por influjos hormonales que actúan sobre las mamas durante el embarazo y después del parto.
Ahora bien, los agentes que se encuentran dentro de la leche materna (llamados anticuerpos) contribuyen a proteger a los bebés y a los niños/as de las bacterias y los virus, y también ayudan a luchar contra las infecciones y contra las diferentes enfermedades. El hecho de que un bebé tome leche materna lo beneficiará en gran medida, ya que el mismo/a estará menos expuesto a infecciones respiratorias, infecciones del tracto urinario, infecciones de los oídos y septicemia.
El Dr. Boggio Marzet, pediatra gastroenterólogo del Hospital Pirovano, sostiene “En algunos estudios describen que el uso de la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento evidencia la disminución de infecciones y otros, relacionan su incremento con la demora de la lactancia materna. También han sido evaluadas en diversas publicaciones la cantidad de inmunoglobulinas, el aporte de células inmunitarias vivas, la presencia de oligoelementos, prebióticos que indican que mientras se mantiene la lactancia materna exclusiva, la población de linfocitos permanece elevada con capacidad para defender al niño o niña. Sin embargo, esto no sucede con el uso de fórmulas artificiales”
Nota completa: Lactancia: alergias y leche de fórmula