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Por: El Liberal, Sgo. del Estero | 09/02/09

La reproducción asistida puede causar niveles de estrés, ansiedad y temores: Fertilidad


Cada paso del tratamiento es vivido con un optimismo renovado y nuevas esperanzas, pero tiene una carga emocional fuerte para ambos miembros.
Así como los avances de la ciencia abren las puertas a nuevas expectativas, también la infertilidad constituye una situación de estrés, ansiedad y temores, ya que los tratamientos a veces pueden ser largos y difíciles, convirtiéndose en ciertas ocasiones en una carga en la vida de la pareja.

Las variaciones emocionales que conllevan los tratamientos de reproducción asistida son tan importantes que es indispensable que los médicos trabajen en forma multidisciplinaria con los psicólogos. A través de la evaluación psicológica es posible conocer el estado emocional de la pareja, sus herramientas y los riesgos de desarrollar trastornos emocionales y permite, especialmente durante los primeros meses de diagnóstico médico, preparar a la pareja psicológicamente para hacer frente al proceso. Judith Cosogliad, una de las psicólogas del Instituto Médico Halitus, explicó que en un principio, «cada paso del tratamiento es vivido con un optimismo renovado y nuevas esperanzas pero tiene una carga emocional fuerte para ambos miembros». No obstante, aclaró que «el segundo momento de gran estrés para la pareja es la espera del llamado del laboratorio para informarle los resultados de la fertilización».
Cosogliad detalló que médicos y biólogos califican a los embriones según su calidad con letras, A, B, C, D pero a la hora de comunicárselo a la pareja suele referirse a los embriones como «muy lindos», o «no muy lindos», lo que muchas veces lleva a que, emocionalmente, «la pareja pueda vivirlo como algo negativo y hasta sentir culpa». La psicóloga indicó que incluso el momento de la transferencia es muchas veces vivido como «un éxito» desde el momento mismo en que se lleva a cabo. Sin embargo, aclaró que la evolución celular y la implantación no están garantizadas y ese ciclo puede no ser exitoso. «Este es otro momento en que la intervención psicológica juega un rol fundamental. Sabemos que el embarazo puede lograrse en un intento pero si no es así también sabemos qué posibilidades existen para revertir ese resultado», añadió. Por tal motivo, la consulta psicológica posterior a un eventual intento fallido es muy importante. Además, la espera del resultado positivo o negativo, generalmente de algunas semanas, «requiere de un acompañamiento y de un apoyo psicológico fuerte para disminuir la ansiedad, el estrés y a veces hasta la obsesión por los cuidados y el tiempo de espera», señaló. Así, la tarea del psicólogo es valiosísima a lo largo de todo el tratamiento. «Muchas veces los problemas de fertilidad amenazan los proyectos de vida de las personas, alteran su autoestima, provocan aislamiento y modifican la sexualidad de las parejas», dijo la psicóloga. Al respecto, puntualizó que el proceso «puede ser aún más arduo y el rol del psicólogo todavía más importante en casos de donación de gametos», dado que en estos casos, aparece el desconcierto, los miedos y sentimientos encontrados.