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Por: Los Andes on line | 25/07/08

La primera bebé de probeta cumple 30


El nacimiento de Louis Brown demostró el éxito de la fertilidad in vitro. Hoy, un bebé por día llega al mundo con esta técnica.

Hoy cumple 30 años Louise Brown, la primera persona en el mundo que fue concebida por tratamiento de fertilización asistida.


En la década del setenta, las opiniones encontradas se apropiaron de este caso, pero hoy la técnica se perfeccionó y el procedimiento mostró su eficiencia para tratar el factor de infertilidad en la mujer.


Las investigaciones continúan y -explicaron los científicos- dentro de tres décadas habrá úteros y placentas artificiales y hasta se podrá elegir los embriones libres de cáncer.


Después de nueve años de intentos frustrados por lograr un embarazo, los ingleses Brown vieron nacer a Louise la noche del 25 de julio de 1978, en la localidad de Oldham (al norte de Inglaterra) y demostraron que la técnica de fecundación in vitro era exitosa.


Aquella bebé hoy cumple tres décadas de vida y a los 28 años tuvo su primer hijo de forma natural. Un médico mendocino recuerda el avance científico.


«Las discusiones en aquel momento fueron muchas, pero lo cierto fue que la niña nació bien, y un tiempo después el matrimonio tuvo otra hija por medio de la misma técnica. Años después, tanto Louise como su hermana han tenido hijos naturalmente, sin necesidad de la fecundación in vitro que usaron sus padres», contó Antonio Martínez, especialista en medicina reproductiva.


El médico señaló que esta técnica, que hoy recuerda todo el mundo, pone en contacto el óvulo y los espermatozoides fuera del organismo materno.


«Luego se coloca el embrión en el útero de la mujer para su posterior anidación», argumentó Martínez.


Durante los primeros años, completó el especialista, la técnica fue imperfecta y se producían embarazos múltiples, pero en la actualidad se perfeccionó.


«Siempre estamos hablando de un tratamiento extracorpóreo de alta complejidad al que se llega después de haber fracasado con otros métodos», recalcó.


Un bebé después de los 35


Las estadísticas señalan que en la actualidad 15 por ciento de la población mundial sufre problemas de fertilidad y, aproximadamente, un nacimiento por día es producto de un procedimiento de fertilización asistida.


«Es verdad que hay mayor infertilidad en la actualidad, pero es consecuencia de las condiciones sociales que llevan a postergar el embarazo. Vemos que cada vez hay más mujeres que quieren tener su primer hijo después de los 35 años», recalcó Martínez.


A esta edad, los óvulos sufren el proceso biológico de envejecimiento y, además, se agrega la exposición a alteraciones ginecológicas que ha tenido la mujer; todos factores de riesgo que afectan la reproducción.


Los especialistas sugieren no olvidar la importancia que tiene la gestación durante la edad fértil de la mujer.


«El pico de la fertilidad en una mujer es alrededor de los 25 años, comienza a descender a los 30, más significativamente a partir de los 35 y luego de los 40 años el declinar del funcionamiento ovárico puede ocurrir en cualquier momento y hasta en forma sorpresiva», apuntó el especialista de Buenos Aires Sergio Pasqualini.


De ciencia ficción


Sin embargo, las pautas sociales continúan posponiendo la maternidad y la ciencia sigue buscando nuevas técnicas para procrear.
 
La revista Nature, en su última edición, le preguntó a especialistas de todo el mundo cómo avanzar en reproducción.Las respuestas parecieron de ciencia ficción, pero señalaron que dentro de 30 años será posible crear gametos a partir de una célula cualquiera, seleccionar el embrión que se prefiera, gestarlo dentro de un útero extracorpóreo y alimentarlo con una placenta artificial.


Según Davor Solter, del Instituto de Biología Médica de Singapur, «será posible obtener células madre de células de la piel para conseguir células reproductivas y luego combinarlas para hacer embriones humanos».


Sus pronósticos además incluyeron la existencia de placentas artificiales -serán máquinas- conectadas al cordón umbilical del feto para alimentarlo, mientras éste nada en un frasco con líquido.
 
«No tengo idea qué tan fácil será, pero puedo visualizar un feto flotando libremente en un fluido y el cordón umbilical atado a una máquina», dijo el científico.


Susana Baruch, del Centro de Políticas Públicas en Genética de la John Hopkins University, consideró que se podrá tener en observación un determinado número de embriones, conocer cada uno de sus genes y hasta modificarlos.


Alan Trounson, del Instituto de Medicina Regenerativa de California, estimó que se podrá extender el período fértil de la mujer produciendo células germinales; crear cromosomas artificiales; y también desarrollar algo así como casetes genéticos para insertar en el embrión y corregir enfermedades, como el cáncer.