El test es positivo, el embarazo se confirma, ¿ahora qué hacer? Ya sea antes de comenzar la búsqueda de un embarazo o durante la primera visita al obstetra en fundamental contarle a tu médico sobre sus problemas de salud presentes o del pasado.
«La consulta es importante y el relato pormenorizado de la paciente es fundamental porque si está recibiendo medicación para tratar un problema de salud, quizás ésta deba cambiarse al estar embarazada. Algunos medicamentos utilizados para tratar problemas de salud pueden ser perjudiciales para el desarrollo del embarazo. Al mismo tiempo, dejar de tomar los medicamentos que necesita puede ser aún más perjudicial que los riesgos de no ingerirlos en caso de quedar embarazada», comienza explicando el Dr. Ignacio Pérez Tomasone, obstetra de Halitus Instituto Médico.
Y menciona a continuación algunas de estas situaciones que requieren tener en cuenta la medicación que toma la paciente porque puede no ser la indicada durante la gestación: asma, depresión, trastornos en la alimentación, sobrepeso, enfermedades tiroideas, diabetes, hipertensión crónica, enfermedades de transmisión sexual, migraña, incluso pacientes que conviven con el VIH.
Pérez Tomasone asegura: «La mamá tiene que quedarse tranquila de que lo más probable es que tenga un bebé normal y saludable si se encuentran bajo control y reciben una buena atención médica. Por eso es importante el rol del médico y la consulta».
Cuando el problema aparece durante el embarazo
A veces los problemas aparecen durante el embarazo, incluso en mujeres saludables, mujeres sanas. Los exámenes que el obstetra le indica a la embarazada pueden ayudar a prevenir estos problemas o a detectarlos en una etapa temprana y de esa manera evitar 5 las complicaciones.
La preeclampsia es una de las complicaciones más graves que puede tener una mujer durante el embarazo. El primer paso es detectar q las personas de riesgo, y esto se establece según los antecedentes familiares y propios de la paciente.
Según Pérez Tomasone: «Entre los problemas más frecuentes que pueden aparecer durante la gestación podríamos enumerar muchísimos, pero los principales son: anemia, diabetes gestacional, infecciones urinarias, desprendimiento de placenta, preeclampsia, placenta previa, rotura prematura de membranas, amenaza de parto prematuro, vómitos excesivos (hiperemesis gravídica), incompatibilidad de RH, restricción de crecimiento intrauterino, formación de mucho o poco líquido amniótico, embarazos gemelares. Y durante el primer trimestre embarazo ectópico o aborto».
Todo sobre preeclampsia
La preeclampsia es una de las complicaciones más graves que puede tener una mujer durante el embarazo. Es la segunda causa de muerte materna en el país -se le atribuyen uno de cada seis decesos-, y se estima que afecta del 8% al 10% de las embarazadas en Latinoamérica.
«Aún de causas desconocidas, lo que sí se sabe, es que está vinculada con el desarrollo de la placenta, y la forma en que invade la pared del útero. Esto pone en riesgo tanto a la embarazada, que desarrolla una hipertensión luego de las 20 semanas a veces muy difícil de controlar, y al bebé, que sufre la falta de nutrientes y de oxígeno que deja de aportarle la placenta. Es la consecuencia de una alteración de un grupo de arterias en la pared del útero, que provoca una disminución del flujo sanguíneo desde la placenta hacia el bebé. Esto suele obligar al obstetra a adelantar el parto, con los riesgos que implica. Además, las mujeres afectadas por preeclampsia tienen un riesgo mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares, como hipertensión y accidente cerebro vascular a lo largo de la vida», describe el obstetra.
Para diagnosticarla se solicita la toma de tensión arterial y pruebas de laboratorio, como hepatograma y medición de la cantidad de proteínas que está eliminando el riñón.
El primer paso es detectar a las personas de riesgo, y esto se establece según los antecedentes familiares y propios de la paciente. Y realizando un estudio en las primeras etapas del embarazo -a las 12 semanas- en el mismo momento en que se realiza el screening del primer trimestre -translucencia nucal-, en el cual, según las características de la paciente, la medición de una hormona (PAPP-A) y un Doppler en las arterias uterinas para determinar con qué velocidad fluye la sangre por las mismas -esto permite evaluar su resistencia- se puede predecir en cerca de un 90% de los casos el riesgo de desarrollar esta enfermedad, preeclampsia.
«Ese diagnóstico permitirá realizar un seguimiento más estricto de la presión, de la placenta y del crecimiento del bebé en estas pacientes. Para todo esto se utiliza un programa de la Fundación de Medicina Fetal de Londres», refiere el Dr. Pérez Tomasone.
Y continúa: «Hay forma de prevenir la aparición de preclampsia: la única arma que tenemos es si se detecta a las mujeres en riesgo antes de las 16 semanas de gestación dado que en este momento la formación de la placenta no está completa, a estas alturas, la administración de aspirina a bajas dosis puede llegar a prevenir la aparición de la preeclampsia en un 40 a 50 %. El tratamiento actual para controlarla consiste en medicamentos para bajar la presión pero la única forma de «curar» la preeclampsia es teniendo el parto».