«En los últimos 15 años cambiaron muchas cosas, como la edad de consulta de la mujer, que antes se acercaba a los 33 y hoy a los 37; a medida que aparecieron nuevas técnicas empezó a haber posibilidades que antes no existían», explicó a Télam Pasqualini, también director del Instituto Médico Halitus.
El especialista sostuvo que los avances científicos «permiten soñar con nuevos modelos de familia», ya que «con estas técnicas hoy en día la mayoría puede tener un hijo».
«Antes el concepto era el de la mujer o la pareja que buscaba un embarazo; hoy se habla de una persona que quiere tener un hijo, y que puede ser un hombre solo, una mujer sola, dos hombres, dos mujeres o una pareja heterosexual», apuntó.
El 25 de julio de 1978 nació Louise Brown, el primer bebé de probeta, y si bien las técnicas evolucionaron mucho desde aquel momento, también hubo cambios sociales que acompañaron ese progreso de la ciencia.
«Con estas técnicas hoy en día la mayoría puede tener un hijo»
Sergio Pasqualini, presidente de la Fundación Repro
En aquellos años el tratamiento consistía en fecundar dentro de una placa de «Petri» el óvulo extraído de la mujer con el esperma del hombre para, luego de dos días de cultivo in vitro, devolverlo al útero materno.
«En 2014 la Argentina marcó un nuevo récord mundial, ya que una mujer de 40 años tuvo hace cuatro meses una niña concebida con óvulos criopreservados hace 14 años, el período más largo de almacenamiento de gametos femeninos seguido de nacimiento vivo», ejemplificó Pasqualini.
El especialista destacó, además, la ley de matrimonio igualitario y la ley nacional de cobertura de reproducción asistida, ya que «ante la tendencia creciente de postergar la búsqueda de hijos, los tratamientos son una gran opción para cumplir el sueño de tener una familia».
«En todos los casos lo importante es que hagan la consulta y exploren junto al médico las posibilidades que la ciencia ofrece en la actualidad», subrayó.
Pasqualini detalló que, en el caso de las familias monoparentales -mujer u hombre solo- la mayoría de las veces se llega a la consulta alrededor de los 40 años.
A la mujer se le realiza una evaluación física, un interrogatorio y estudios hormonales y se evalúan las posibilidades según los resultados.
En esos casos se necesita semen de banco, por lo que se requiere una muestra concordante con el perfil genético de la paciente: «Puede recurrirse a la inseminación intrauterina, pero si hay problemas reproductivos deberán utilizarse técnicas de fertilización in Vitro, y si la mujer es de edad avanzada se puede recurrir a la ovodonación», refirió.
La evaluación del hombre requiere de una o varias muestras de semen, además de un óvulo donado y un útero para llevar adelante el embarazo.
«La búsqueda de un útero subrogado no es tarea fácil; el asesoramiento legal es fundamental en esos casos, ya sea que lo realice en el país o en el exterior», precisó.
En el caso de una pareja constituida por dos mujeres, ambas deben ser evaluadas y se debe recurrir al semen de banco, mientras que en las parejas de hombres se sugiere que en primera instancia contacten abogados especialistas en derecho de familia internacional que pueden asesorarlos en la parte legal.
Puede requerirse un perfil hormonal además de los espermogramas y luego se puede recurrir a un óvulo donado, que deberá ser fecundado en laboratorio mediante técnicas de reproducción asistida de alta complejidad e implantado en un vientre subrogado. En algunos casos, puede realizarse una inseminación intrauterina a quien será la mujer subrogante.
Las parejas heterosexuales «tienen a disposición todas las opciones: Debe evaluarse a ambos miembros por separado y, dependiendo de los resultados, se decidirán las opciones de tratamiento», explicó el especialista.
Puede recurrirse a técnicas de baja complejidad, como las relaciones sexuales programadas o la inseminación intrauterina, con o sin estimulación, o, si hay problemas reproductivos que así lo requieran, utilizar técnicas de alta complejidad como la fertilización in Vitro convencional o la técnica de inyección intracitoplasmática de espermatozoide (ICSI).
«Desde ese primer bebé de probeta nacieron más de 5 millones de niños en todo el mundo con la técnica in Vitro, y hay países como Dinamarca que ya tienen hasta un 3% de bebés nacidos con esas técnicas», subrayó Pasqualini.
Fuente: Telam sociedad| 24 JUL