Para evitar sus consecuencias, hay que empezar con tiempo. «La prevención debe realizarse desde la adolescencia, con la dieta, el ejercicio y cambios de hábitos. Existen numerosos tratamientos para la enfermedad, como la ingesta de calcio, sustancias que impiden la pérdida de masa ósea, etc. Y es importante tener en cuenta que existen algunos factores de riesgo como la genética, el sedentarismo y el consumo de corticoides, entre otros. El control debe empezar desde la primera menstruación» advierte la Dra. Rosana Molina, a cargo del departamento de Menopausia y Climaterio de Halitus Instituto Médico. Una alimentación bien balanceada, rica en calcio y vitamina D, es fundamental para prevenir y combatir la osteoporosis, ya que promueven la salud de los huesos y previenen la pérdida de masa ósea.
Los alimentos más ricos en calcio son la leche y sus derivados, brócoli, pescados y nueces y no hay riesgo de exceso en el organismo porque el sobrante no es absorbido. La mayor producción de vitamina D se obtiene por exposición moderada a los rayos ultravioletas del sol y por la ingesta de salmón, sardina, caballa, huevos e hígado.