La decisión de realizar una consulta sexológica suele postergarse o incluso evitarse ya sea por vergüenza, por temor o por otras razones. “Porque nos formamos en una sociedad que carece de una educación sexual establecida y aún no creemos que la sexualidad sea un tema de salud, que puede plantearse y solucionarse en un consultorio médico. Todavía hoy muchos piensan que nacemos sabiendo, que no podemos aprender más que a través de la experiencia personal y que, si bien se acepta que pueda compartirse el tema entre amigos, solamente es para exhibir la propia performance y no para consultar dudas y aprender”, comienza diciendo la Dra. Beatriz Literat, médica sexóloga de Halitus Instituto Médico.
“Los principales temores de un potencial paciente son ‘el/la sexóloga/o se va a entrometer en mi privacidad y me va a confundir’, ‘me van a meter ideas raras en la cabeza’ y ‘¿cómo voy a contarle a un extraño mis fallas? se va a burlar’, lo cual a los hombres los afecta mucho mientras que las mujeres dudan en concurrir a la consulta por vergüenza. Por eso tardan años en consultar por problemas que se pueden solucionar en pocas semanas”, agrega.