La investigación sugiere que los factores psicosociales, como no enfrentar con efectividad la ansiedad, la depresión, y el estrés, se correlacionan con tasas de fertilidad más bajas que siguen a la fertilización in Vitro. El estrés logra dificultad de ovulación, espasmos en trompas de Falopio, disfunción sexual, desarrollo anormal del esperma y de la eyaculación, esto está probado. La infertilidad a su vez produce ansiedad, rabia, aislamiento, culpa, tristeza y depresión y estos estados qué generan todavía aún más esas sensaciones. Nos encontramos entonces frente a un círculo vicioso que es necesario trabajar. Y el trabajo debe ser realizado a partir de un plan totalizador.
“Cuando hablamos del estrés que puede interferir con los resultados de un tratamiento, no hablamos de estrés agudo sino de estrés crónico. Estar expuestos siempre a situaciones estresantes obviamente vulnera nuestros sistemas internos. Todo el trabajo que estamos haciendo con Halitus está sustentada en la medicina biopsicosocial y en la psiconeuroendocrinoinmunología, esto es el estudio que relaciona nuestro psiquismo con el sistema nervioso, inmunológico y endocrino. Obviamente que en un embarazo el sistema endocrino prima. Es imposible ahora discutir esto: cada emoción o cada pensamiento va a impactar en ese sistema y de acuerdo a la respuesta de esos sistemas también va a influenciar en el psiquismo. Es una sinergia que puede sumar o puede restar. Mientras Halitus trabaja sobre el sistema endocrino -específicamente sobre la fertilidad-, nosotros tenemos que trabajar sobre el psiquismo frente a esta experiencia. Todo entra allí, lo que pienso, lo que siento, lo que imagino. Hay que prestar atención de qué pasa con la mujer que se va a someter a los tratamientos, qué pasa con la preocupación por lo que todavía no ocurrió: sabemos que es el ansiógeno más grande dentro del cuerpo. Esa ansiedad forma parte de cada una de las células, entonces si logramos que pueda experimentar la experiencia de la infertilidad sometiéndose a los tratamientos para lograr lo que cada uno desea, tiene que ir acompañado por un proceso emocional psíquico, hay que trabajar sus creencias, hay que trabajar con los nutrientes, lo vincular, las experiencias traumáticas o de fracasos anteriores, que van a actuar porque no hay nada que se separe en el cuerpo. La totalidad está interactuando permanentemente, por eso tenemos que generar tratamientos totalizadores”, expresa Stella Maris Maruso, fundadora de la Fundación Salud.
Fuente: Sentir y Pensar