En el 50% de los casos de pérdidas de embarazo recurrentes, la causa es ginecológica. Hasta no hace mucho tiempo, no se encontraba explicación para el 50% restante. Actualmente, se logró identificar que en 80% de estos casos, las pérdidas se deben a desórdenes en la coagulación de la sangre, es decir trombofilias.
Se ha demostrado que quienes no realizan el tratamiento adecuado tienen menos de 20% de probabilidades de llegar a término con su embarazo; en cambio, entre quienes sí lo hacen, la probabilidad de éxito es de 85%.
Estos son algunas de las conclusiones que fueron dadas a conocer por la Dra. Adriana Sarto, de Halitus Instituto Médico, durante el «Simposio de actualización diagnóstica y terapéutica: aborto recurrente», organizado por SAEGRE, en la ciudad de Bahía Blanca, el, pasado viernes.
En esta conferencia expuso el trabajo realizado por el equipo conformado por ella y los doctores Sergio Pasqualini (director médico de Halitus), Marcelo Martínez, Alejandro Falco, Andrea Marazzi, Albertina Paganini, Victoria Smaltino, C. Capmany. Esta labor recibió el premio al Mejor Trabajo de Investigación Clínica en el XVIII Congreso Internacional de Hemostasia y Trombosis, realizado en Rio de Janeiro en mayo de 2003.
« Las trombofilias son desórdenes de la coagulación de la sangre con tendencia hacia la hipercoagulabilidad. Estos defectos de coagulación, que pueden ser adquiridos o hereditarios, tienen una alta prevalencia en la población: alrededor de 15%, explica la hematóloga Sarto, autora principal del trabajo, quien está a cargo del Departamento de
Hematología a Inmunología de la Reproducción, de Halitus.
Las pérdidas de embarazo recurrentes, agrega la doctora Sarto, «están asociadas a estos trastornos de la coagulación, con un mayor riesgo de padecer pérdidas embriónicas entre la semana 6ª y 10ª de gestación, y pérdidas fetales a partir de la semana 10ª».
La hipótesis que llevó a este equipo médico a desarrollar la investigación se sustentó en dos conceptos:
• Las trombofilias podrían afectar la receptividad uterina y predisponer a las pérdidas de embarazo preclínicas.
• La terapia antitrombótica podría mejorar el pronóstico gestacional en mujeres con trombofilia y antecedentes de abortos recurrentes preclínicos embriónicos o fetales.
El estudio se llevó a cabo entre mayo de 1998 y febrero de 2002. Participaron 162 mujeres con antecedentes de pérdida de embarazo recurrente (dos o más abortos preclínicos, embriónicos y/o fetales) y que padecían trombofilia.
Previo al diagnóstico del defecto de coagulación, ellas habían cursado un total de 491 gestaciones, de las cuales 422 (86%) terminaron en abortos.
En cuanto al tratamiento aplicado a las pacientes estudiadas, la doctora Sarto explica que «tiene aspectos novedosos, ya que se utilizó heparina de bajo peso molecular-anticoagulante-, iniciando la medicación en forma preconcepcional o gestacional, según las pacientes tuvieran antecedentes de abortos preclínicos o sólo clínicos. Además, el momento de inicio de esto proceso se realizó junto con un tratamiento de fertilidad, ya que algunas mujeres también presentaban subfertilidad de pareja que hacía necesario realizar técnicas de reproducción asistida para el logro de un nuevo embarazo».
También consideramos este procedimiento en mujeres con antecedente de aborto recurrente preclínico (menos de 6 semanas de gestación, cuando el embarazo sólo pudo detectarse con un test), y en ellas lo iniciamos en forma preconcepcional, adaptando el comienzo según el embarazo se busque de manera natural o por fertilización asistida. En las pacientes que sólo han tenido abortos clínicos (más de 6 semanas), iniciamos el tratamiento cuando presentan un test de embarazo positivo. La Dra. Sarto aclara: «Nosotros utilizamos durante el embarazo una dosis de heparina de bajo peso molecular ajustada según los niveles de heparina en sangre, estudio que realizamos cada 4 semanas. Esto nos permite un seguimiento más individualizado, ya que durante el embarazo la mujer aumento de peso y hay cambios en la función renal que nos hacen pensar en los diferentes requerimientos de dosis a lo largo de la gestación».
Luego del diagnóstico de trombofilia, las 162 mujeres cursaron un total de 180 embarazos bajo tratamiento antitrornbótico con heparina de bajo peso molecular, logrando una tasa de nacimiento de 85%.
Disminuyó en forma significativa la tasa de abortos preclínicos, tanto embriónicos como fetales, en los embarazos tratados, con respecto a los embarazos previos no tratados.
« Además, en las pacientes tratadas disminuyó significativamente la tasa de retardo de crecimiento intrauterino y la incidencia de preeclampsia (hipertensión y proteinuria gestacional), trastornos gestacionales que también están vinculados a la trombofilia, con una alta incidencia en estas mujeres», agregó Sarto.