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Por: Entremujeres.com | 25/01/11

Hipotiroidismo y embarazo


Afecta principalmente a las mujeres y puede pasar inadvertido durante un largo período. Una mujer que padece este síndrome (caracterizado por la producción deficiente de hormonas tiroideas) puede embarazarse, pero hay posibilidades de que ésta no ovule todos los meses y que le lleve un mayor tiempo lograr el embarazo. Cuáles son los síntomas, cómo se diagnostica y de qué manera se trata.

El hipotiroidismo es un síndrome caracterizado por el estado metabólico que resulta de la producción deficiente de hormonas tiroideas. La tiroides está localizada inmediatamente por debajo de la nuez de Adán, es una glándula con forma de mariposa que se encuentra en la parte inferior del cuello, por delante de la tráquea. Su función principal -una de las glándulas endocrinas más grandes del organismo- es regular la velocidad de la funciones de todas las células de nuestro cuerpo por medio de la producción de dos hormonas principales: la T4 o tiroxina y la T3 o triiodotironina.

La causa más frecuente de hipotiroidismo en el mundo es el déficit de yodo. La primera causa en zonas con suficiente yodo (como nuestra región) es autoinmunitaria, como la Tiroiditis de Hashimoto. Ésta se caracteriza por la destrucción folicular con la consecuente muerte de las células tiroideas por anticuerpos antitiroideos y tiene una incidencia de 4 cada mil en mujeres y 1 cada mil en varones por año. Presenta algunos factores de riesgo como: la predisposición familiar –susceptibilidad genética-, el embarazo (si consideramos la predisposición a tiroiditis puerperal), el yodo y algunos fármacos, algunas infecciones. Por esto, es importante, por ejemplo, el seguimiento a largo plazo de tiroiditis subaguda, las citoquinas pueden precipitar la aparición de una enfermedad tiroidea autoinmune, y las radiaciones. La edad y el sexo son también factores de riesgo: se presenta más en el sexo femenino y aumenta la prevalencia de la enfermedad con la edad.

Los síntomas

* Cansancio, debilidad.

* Sensación de frío.

* Edema duro de miembros inferiores.

* Párpados edematosos.

* Aumento del tamaño de la lengua, engrosamiento de mucosas faríngeas y laríngeas, voz gruesa.

* Piel seca, áspera y descamativa. También pálida y fría.

* Caída de cabello, disminución de cola de las cejas, uñas quebradizas y de lento crecimiento.

* Disminución de la frecuencia cardiaca y de la tensión arterial diferencial.

* Aumento de peso con disminución del apetito.

* Constipación.

* Enlentecimiento de todas las funciones intelectuales, incluyendo el habla.

* Pérdida de iniciativa, enlentecimiento del pensamiento, falta de memoria.

* Somnolencia marcada y letargo.

* Cefaleas.

* Parestesias en manos, síndrome del túnel carpiano.

* Disminución de los reflejos.

* Rigidez y dolores musculares que empeoran con el frío.

* Función reproductiva: disminución de la libido y ausencia de ovulación. Disminución de la fertilidad y abortos a repetición.

* Disminución de la degradación de los lípidos, altos el Colesterol total, los triglicéridos y el LDL.

Las causas más frecuentes de consulta son por aumento de peso, caída del cabello, cansancio o debilidad y enlentecimiento de las funciones intelectuales. La consulta es muy importante. Además, el hipotiroidismo se clasifica de acuerdo a la función tiroidea. De esta forma, se llama hipotiroidismo subclínico cuando existen hormonas tiroideas normales con elevación de la TSH inmediata o post estímulo y, en cambio, se llama hipotiroidismo clínico cuando pueden verse hormonas tiroideas disminuidas con elevación de la TSH.

Tiroides, embarazo y fertilidad

En la pubertad un hipotiroidismo sin diagnosticar puede resultar en la aparición precoz de desarrollo mamario, sangrado genital, quistes funcionales ováricos e, incluso, retraso en la edad ósea.

En la adultez, genera alteraciones de la secreción de hormona LH a partir de un aumento en la prolactina y la falta de tiroxina altera la luteinización y la producción de progesterona y, por lo tanto, la función ovárica. Además, está asociada a alteraciones del ciclo menstrual.

Una mujer que padece hipotiroidismo puede embarazarse, pero si el hipotiroidismo es importante, hay altas posibilidades de que la mujer no ovule todos los meses y le llevará un mayor tiempo para lograr el embarazo. Está reportado que el estado hipotiroideo puede llevar a abortos durante el primer trimestre. Estudios sostienen que el hipotiroidismo ha sido detectado en un 20 a 25% de las mujeres que presentaron abortos recurrentes. Por ello, es importante hacer el diagnóstico y comenzar el tratamiento antes de que se busque fertilidad, sin perder de vista que las hormonas relacionadas con la tiroides juegan un rol importante en la correcta evolución de la gestación.

En el caso del embarazo, hay que tener en cuenta que el 1 ó 2% de las embarazadas reciben tratamiento con LT4 y entre 5 y el 8% de las embarazadas son portadoras de anticuerpos antitiroideos, según estadísticas de trabajos presentados en la Sociedad Argentina de Endocrinología Médica. Además, según estas mismas estadísticas, el 2 a 3% de mujeres aparentemente sanas tiene TSH elevadas y entre un 40 y un 70 % de las mujeres con TSH elevadas y T4 libre normal o baja tiene anticuerpos antiperoxidasa positivos. Por lo tanto, más del 5 a 10% de la población de mujeres jóvenes están potencialmente afectadas, según estas estadísticas.

También es importante remarcar que las mujeres embarazadas suelen demorar en la consulta teniendo en cuenta que muchos de los síntomas del hipotiroidismo, como cansancio, fatiga, aumento de peso, quedan ocultos por los síntomas de embarazo. De no ser tratado, la deficiencia de hormona tiroides en el embarazo puede llevar a trastornos en el desarrollo del bebé. Es importante subrayar que esta hormona interfiere en el desarrollo normal del cerebro y que no debería demorarse la consulta.

Diagnóstico y tratamiento

Para diagnosticar y tratar esta enfermedad se realiza la evaluación del perfil hormonal por análisis de sangre y el examen físico del médico es fundamental para determinar la necesidad o no de una ecografía tiroidea. El tratamiento se realiza con sustitución de hormona tiroidea que se adecuará según los síntomas y las características de cada paciente.

En el caso de las mujeres hipotiroideas embarazadas, deben ser tratadas con LT4 y dosis ajustada. Esto se es debido a que, en un número significativo de casos (más del 50%), los requerimientos aumentan, especialmente durante el paso del primer al segundo trimestre de gestación. Cuando se confirma el embarazo, debe aumentarse la dosis de LT4 sustitutiva, manteniendo rangos de TSH menores a 2 uU/ml y T4 libre mayores a 0.9 ng/dl. El monitoreo se realiza luego con TSH. Al inicio del tratamiento o ante un cambio de dosificación, se debe hacer un control en 6 a 8 semanas. Ante una TSH normal, el control se realiza en 6 meses. En el caso de las mujeres embarazadas, se recomienda llevar a cabo un control cada 2 meses.

En síntesis

Una mujer que padece hipotiroidismo puede embarazarse pero, si el hipotiroidismo es importante, hay altas posibilidades de que la mujer no ovule todos los meses, por lo que probablemente le lleve más tiempo lograr el embarazo.

El estado hipotiroideo e hipotiroidismo congénito puede llevar a abortos durante el primer trimestre. Por ello, es importante hacer el diagnóstico y comenzar el tratamiento antes de que se busque embarazo, ya que el cuadro es muy sensible al tratamiento con sustitución hormonal.
Durante un estado hipertiroideo no es muy común tener problemas para lograr el embarazo, pero puede suceder. El problema aquí será controlar bien al feto, porque los anticuerpos que producen el hipertiroidismo en la madre suelen atravesar la placenta y provocar un estado similar en el feto causando retardo de crecimiento intrauterino, feto muerto, aborto, parto prematuro y manifestaciones cardiovasculares. El conocimiento del antecedente de hipertiroidismo es fundamental, porque estos anticuerpos pueden permanecer elevados aunque la madre ya no padezca clínicamente el hipertiroidismo (por ejemplo, si recibió una dosis de radioyodo) pero sí afectar al feto.

Por el doctor R. Sergio Pasqualini, ginecólogo especialista en fertilidad, director de Halitus Instituto Médico

Fuente: Entremujeres.com