Es importante comenzar por aclarar que para una mujer adolescente y adulta, la presencia de flujo no sólo es totalmente normal, sino que además es importantísima y cumple una función. Entonces, ¿a qué prestar atención? Según la Dra. Maria Elisa Moltoni, ginecóloga de Halitus Instituto Médico, “tenemos que prestar atención cuando las características normales de ese flujo se alteran: si pica, si molesta, si arde, si por ejemplo se hace grisáceo, verdoso, si es sanguinolento y, obviamente, si tiene olor desagradable. Esas no son características de un flujo normal y deben motivar la consulta a un profesional”.
Nota completa: Higiene íntima femenina: un tema pudoroso pero importante