Halitus, centro de vida

Si los ambientes de trabajo realmente hablan de sus dueños, podemos decir que el doctor Sergio Pasqualini es un médico reconocido y muy querido por sus pacientes. El instituto Halitus, el centro especializado en reproducción asistida que dirige, está siempre colmado de personas que aguardan sus turnos para distintas especialidades y en las paredes de pasillos y salas de las dos plantas del edificio casi no hay lugar para más fotos de bebitos. «Son los bebés Halitus» -dice el doctor con merecido orgullo, porque él mucho ha tenido que ver con su llegada al mundo, además del esfuerzo de sus padres.
Halitus surgió quince años atrás cuando Pasqualini comenzó a especializarse en reproducción, sin embargo el instituto no sólo se dedica a esta especialidad, cuenta con departamentos de diversas especialidades para la atención médica de la salud de toda la familia y diferentes edades. Hoy es el centro líder del país en fertilidad, distinción lograda en virtud de la trayectoria del instituto, donde se destaca haber sido la clínica pionera en el país en el desarrollo de la técnica ICSI, también el primer embarazo logrado con la transferencia de embriones congelados, cuando nacieron los mellizos Antonio y Néstor Penacchio en 1992, y el desarrollo de un programa de congelamiento de ovocitos exitoso también líder en cuanto a resultados.
Sin embargo, cuando el director de Halitus enumera los hitos más destacados de la trayectoria del instituto, el que menciona con mayor alegría, como un papá sustituto, son los casi 10.000 bebés nacidos, los «bebés Halitus», de los cuales más de 1.900 fueron engendrados gracias a técnicas de fertilización asistida de alta complejidad.
-Dr. Pasqualini, ¿por qué eligió especializarse en esterilidad?
-Inicialmente me dedicaba al tratamiento y la investigación del cáncer de mama, pero más adelante y a partir del nacimiento del primer bebé de probeta en el año 78, percibí que los mayores avances científicos podían llegar a ocurrir en el área de la reproducción humana. Un nuevo campo que se presentaba con grandes posibilidades en cuanto a conocimientos y para aportar cosas nuevas. Así fue como en el año ´87, cuando se creó Halitus, decidimos enfocarnos en este camino. Tuve la suerte de conocer al doctor Carlos Quintans, con quien seguimos trabajando y quien está a cargo del laboratorio de fertilización asistida.
-¿Observando la gran cantidad de fotos de los «bebés Halitus» que le envían los padres luego del nacimiento, se puede decir que esta especialidad le brinda muchas satisfacciones?
-Sí muchas, además de la satisfacción por ayudar a tantas parejas a cumplir el sueño de ese hijo que tanto desean, también el haber aportado conocimientos con trabajos científicos originales del instituto que fueron reconocidos en congresos internacionales. Y gracias a esta experiencia haber acumulado todo el conocimiento con que contamos, el cual nos posiciona en el excelente nivel en el que estamos como instituto líder del país.
-¿La fertilización asistida ha avanzado notablemente, hacia dónde se dirigen las próximas investigaciones?
-Hay mucho por descubrir. Los próximos desafíos creo que apuntan a lograr madurar in vitro los óvulos inmaduros o primordiales -que son los están en estado latente en el ovario, tanto de niñas como mujeres adultas-. Permanentemente investigamos en la calidad de los embriones y especialmente cómo mejorar las condiciones en las que los mantenemos en cultivo antes de transferirlos a las pacientes, para mantenerlos en condiciones cada vez más similares a las del útero materno. Investigamos también en cómo conocer cada vez mejor la conformación genética de los embriones y en el caso de enfermedades hereditarias, por ejemplo, saber si el embrión es portador de las mismas, si podría desarrollar dicha enfermedad. Estudiamos distintas formas del manejo de la estimulación ovárica de la mujer, para obtener mejor calidad de óvulos en los procedimientos de fertilización asistida. A pesar de que el instituto no ha hecho publicidad en el extranjero, recibe con llamativa frecuencia pacientes de otros países para realizar tratamientos de fertilización asistida, gracias al excelente nivel científico del instituto, equiparable al de los mejores centros de fertilidad de Estados Unidos y Europa, y a los bajos costos comparativos.
«Esta es otra gran satisfacción -agrega Pasqualini- porque no sólo llegan pacientes del interior del país, sino también del exterior. Nosotros no hacemos publicidad, por lo tanto la mayor comunicación es el boca a boca entre pacientes. Cuando se habla de Halitus nunca deja de sorprendernos cómo nos conocen a nosotros y al instituto. Además internet es un medio de comunicación maravilloso porque permite que gente de lugares remotos del planeta acceda a toda la información que suministramos en nuestro sitio. Una de las páginas más consultadas de Halitus es la historia clínica virtual, que permite a pacientes del interior o del extranjero realizar consultas gratuitas y enviar su historia clínica, mientras desde aquí les respondemos todas sus dudas y orientamos en el tratamiento más conveniente. Este sistema les permite iniciar la primera etapa realizando los estudios previos de diagnóstico en su país o ciudad, para que viajen al instituto sólo para realizar finalmente el tratamiento. Este método que implementamos, además de ser más cómodo para los pacientes les ahorra muchos costos. También resulta útil para quienes viven por la zona de Buenos Aires como forma de acercarse por primera vez».