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Por: Diario Uno on line (Entre Rios) | 20/07/08

Hace 30 años del primer bebé de probeta


El método de fertilización asistida es una de las terapias que más avanzó en el mundo.

El método de fertilización asistida es una de las terapias que más avanzó en el mundo tras el nacimiento, hace 30 años, de Louise Brown, la primera bebé de probeta, y el actual desafío de los médicos es aumentar el índice de embarazos exitosos por esa técnica, que se estima entre el 40 y 50% en las mujeres menores de 39 años.
Louise nació a las 11.40 del 25 de julio de 1978, en Londres, luego que sus padres, Lesley y John Brown, lograron el embarazo mediante un inédito tratamiento de fecundación “in vitro” desarrollado por Patrick Steptoe y Robert Edwards, en la Clínica Bourn Hall, de Cambridge, que inauguró la medicina reproductiva.
La madre de Louise no podía quedar embarazada porque tenía tapadas la trompas de Falopio, que es el canal que recorre el óvulo para juntarse con los espermatozoides.
Los médicos tuvieron que esperar que el óvulo de Lesley, que fue fecundado con un espermatozoide en una probeta, se dividiera 64 veces, antes de reimplantarlo en el útero.
A poco de este aniversario, investigadores canadienses descubrieron el gen que controla ovulación, lo que permitirá crear nuevos tratamientos para combatir la infertilidad, según lo publicado en el último número de la revista Genes and Development.
El coautor del trabajo, Bruce Murphy, explicó que el gen Lrh1 fue descubierto estudiando los ovarios de ratas, y que las compañías farmacéuticas ya comenzaron a investigar cómo detener o potenciar la ovulación en base a este descubrimiento.
El vicepresidente de la Sociedad Argentina de Fertilidad, Ramiro Quintana, sostuvo que “el logro más importante a 30 años de la fertilización in vitro es que nacieron ciento de miles de niños en el mundo, de parejas que no podrían haber tenido un hijo de manera biológica”.
Quintana, quien también es director del Centro Argentino de Fertilidad, señaló que pertenece “a la generación de cuando empezó la fertilización asistida” y acotó que “hace 22 años la técnica era dolorosa, exigía muchos análisis y un reposo largo”.
El ginecólogo agregó que “el mejor resultado que se lograba en ese tiempo era entre un 12 y 15% de posibilidad de embarazo”, pero acotó que “las cosas variaron y actualmente ese porcentaje puede estar entre un 40 y 50% en mujeres de menos de 39 años”.
“Hoy la medicación es subcutánea, las ecografías son menos violentas, no hay parascopías para sacar óvulos ni internación; el proceso se realiza de manera indolora y la transferencia de embriones se puede hacer en distintos estadíos”, puntualizó.
Para lograr más embarazos exitosos, estimó que la ciencia debe avanzar “en el conocimiento del proceso de implantación cuando el embrión se agarra del útero, que es algo que todavía no lo podemos manejar desde el punto de vista clínico”.
En Argentina, el equipo del médico Roberto Nicholson fue el pionero en lograr, hace 22 años, un embarazo por una fecundación in vitro, tras el cual nacieron los primeros bebés de probeta del país, Eliana y Pablo Delaporte, el 7 de febrero de 1986, en Tucumán.
Ernesto Martín Gómez Pasanante, jefe de Fertilidad Matrimonial del Hospital de Clínicas, opinó que “lo más destacado a partir del nacimiento de Louise fue que se generó un cambio revolucionario, no sólo en la terapéutica, sino en el conocimiento de hechos fundamentales de la reproducción humana”.
Gómez Pasanante, quien se desempeña en el único centro público del país de fertilización asistida, en el Hospital de Clínicas, reconoció que “se avanzó mucho en la técnica y hay adelantos como los ecógrafos con los traductores vaginales que permitieron captar los ovocitos sin una parascopía”.
“También apareció en la aparotología óptica el mircomanipuilador Icsi que permite tomar un espermatozoide e inyectarlo en el óvulo y el Supericsi, que posibilita seleccionar los espermatozoides con más posibilidad de fecundar”, explicó.
La meta, dijo, “es lograr más cantidad de embarazos”, pero aclaró que hay “un consenso práctico” entre los especialistas en fertilización asistida de “transferir menos cantidad de embriones, para evitar embarazos múltiples, porque hay altísimas posibilidades de que esos bebés sean prematuros”.
Sergio Pasqualini, obstetra y director del instituto médico Halitus, sostuvo que “desde el primer nacimiento por fecundación in vitro se lograron grandes avances en los medios de cultivos y ahora, a partir de la preservación de embriones se los pueden utilizar cuando la paciente y el médico lo estimen”.
Pasqualini dijo que los adelantos de la medicina reproductiva “aumentaron la posibilidad de que las parejas con VIH desarrollen un embarazo sin riesgo” y agregó que “cambió mucho la cultura, porque las parejas dilataron la búsqueda del embarazo y cada vez es más tarde la edad en que la mujer decide ser madre”.