Hablemos de sexualidad (en el embarazo)
¿Sexuali qué?, bien podrían preguntar casi irónicamente del otro lado, pero lo cierto es que el vínculo con la pareja hay que cultivarlo.
Sí, también durante el embarazo. ¿Sos de las que aseguran que el embarazo las pone hot? ¿O sentís que tu sexualidad quedó en el olvido tras el evatest?
¿Les pasa lo mismo que a mí? ¿No les llama la atención que a todas las celebrities el embarazo las ponga “cachondas”?
“El embarazo es mi mejor estado”, “desde que quedé embarazada me siento más sexy que nunca”, “la maternidad me volvió una geisha en la cama”. Si bien son frases que acabo de inventar bien podrían ser tapas de revistas con declaraciones de la famosa de turno en la dulce espera.
No quiero ser reiterativa, ni demonizar a las pobres hormonas, pero lo cierto es que ellas son las responsables de todo lo que nos pasa a las mujeres en el embarazo. Lo bueno y lo malo. Gracias a ellas se produce el milagro de la concepción y también culpa de ellas tenemos muchas veces un humor de perros.
Pero volvamos al nada menor temita de la sexualidad. Quise saber “de buena fuente”, como decimos en el periodismo, qué es lo que ocurre con los cambios hormonales durante la gestación y cómo influyen en la intimidad de la pareja. Y hablé con la doctora Beatriz Literat (MN 50294), médica sexóloga clínica de Halitus Instituto Médico.
¿Cómo influyen los cambios hormonales en la mujer durante el embarazo en su sexualidad?
Las hormonas del embarazo -estrógenos y progesterona- no solamente producen cambios corporales en las mujeres sino que también influyen en sus reacciones emocionales. Son responsables de que las mujeres estén emocionalmente más susceptibles. Pueden afectar neurotransmisores que intervienen en el carácter. Muchas parejas se sorprenden porque la mujer tiene reacciones y respuestas inusuales en ella, como sentirse ofendida, llanto y otras reacciones muy emotivas. Hay que tener en cuenta que esta experiencia del embarazo es única para cada mujer y se juegan en ella muchas cosas, como su significado, la edad, lo que costó o no lograrlo, etc.
¿Es posible que una mujer sienta mayor deseo sexual durante la gestación?
Generalmente a partir del cuarto mes y hasta el octavo, las embarazadas suelen relatar un aumento de su deseo sexual, en parte debido a la congestión pelviana de sangre que se produce y en parte al hecho de que ya no sienten los malestares del primer trimestre.
Además, la idea del riesgo de aborto se disipó y ello las habilita para poder disfrutar con mayor libertad de sus encuentros íntimos.
¿Qué rol juegan los cambios corporales?
Si la mujer asume sus cambios corporales con naturalidad y también lo hace su pareja, la intimidad no se ve alterada por este motivo. Las mujeres que sufren un gran aumento de peso pueden verse afectadas, al no poder manejar adecuadamente su cuerpo. Es muy importante para que una mujer se sienta atractiva, que su pareja la vea atrayente y que se lo diga, ya que los cambios corporales la hacen sentir insegura frente a otras mujeres y su pareja juega un rol importante en ese sentido.
¿Cómo se puede fomentar el vínculo con la pareja durante estos meses?
Todas las actividades no relacionadas con la sexualidad que la pareja comparte (actividades al aire libre, trabajo, domésticas, sociales, etc.), nutren el vínculo. Respecto de la sexualidad, todo tipo de comunicación e intercambio no directamente genital, favorece el apego de la pareja y mejora muchísimo la posibilidad de un encuentro genital. Si la mujer no embarazada requiere para su desempeño sexual de tiempo y focalización, en la embarazada esto se acentúa.
¿Qué ocurre con las hormonas de la sexualidad durante la lactancia y el incremento de la prolactina?
La prolactina se eleva durante el embarazo y la lactancia. Y su incremento puede generar falta de deseo sexual. La prolactina promueve la atención de la mujer hacia su función de lactancia, que si es primeriza, generalmente le cuesta más hasta que adquiere práctica en darle el pecho al bebé. No hay que olvidar que muchas veces los pezones duelen y hay decepciones porque la lactancia no es algo tan romántico como se piensa. Puede haber altibajos en la producción de leche. A partir de los 50 días o en algunas mujeres un poco más, por lo general la libido se orienta también hacia la sexualidad. Sin embargo, el cansancio nocturno, la ayuda que la nueva mamá reciba o no de su marido, si tiene un solo bebé o más niños, son todos factores que van a influir enormemente en su interés y en su desempeño.
