La influenza H1N1 o gripe A es una mutación viral que se transmite por secreciones. Las embarazadas están dentro del grupo considerado “de riesgo”. Para la embarazada no es un tema menor: todos los tipos de gripe pueden asociarse a una mayor probabilidad de hospitalización, tanto la gripe estacional como la influenza H1N1. La experiencia demuestra que durante la temporada invernal, si una mujer está cursando el último trimestre de su embarazo y contrajera gripe, la probabilidad de que el cuadro se complique y requiera de hospitalización es cuatro veces mayor que si no estuviera embarazada. En este sentido, posee grados de complicaciones comparables a personas de 65 o más años de edad.
Los síntomas
Se manifiestan con fiebre repentina y muy alta (más de 38 ºC), tos frecuente e intensa, dolores de cabeza, muscular y de las articulaciones. También puede haber falta de apetito y malestar general. Las embarazadas son más susceptibles a todas las infecciones porque su sistema inmunitario esta disminuido, aumentando el riesgo en el segundo y tercer trimestre del embarazo. Son pacientes inmunocomprometidas, es decir, tienen sus defensas bajas. Por lo tanto, están propensas a adquirir infecciones y sus complicaciones, como ser neumonía bacteriana, deshidratación o empeoramiento de su enfermedad de base si la tuviera
(diabetes, cardiopatías o asma, entre otras). De no ser diagnosticadas a tiempo, la complicación puede ser letal.
La vacunación es esencial
Viendo el lado positivo sobre las enseñanzas que la epidemia 2009 de la H1N1 ha dejado, se puede destacar el flujo de información que comenzó a circular en relación a las gripes y la necesidad de prevención. El mundo entendió que tanto la gripe estacional como la H1N1 son un problema que reviste seriedad para la mujer embarazada y, por lo tanto, debe estar preparada e inmunizarse.
La aplicación de la vacuna antigripal es fundamental para las embarazadas: es la principal forma de prevención de este virus, además del pasaje de anticuerpos al bebé, el cual estaría protegido hasta los 6 meses de vida. La vacuna cubre el virus H1N1, matriz de la gripe A, su mutación H3N2v, e influenza A y B. Puede ser aplicada en cualquier momento del embarazo y hasta el sexto mes del puerperio. Prácticamente, no existen contraindicaciones para la misma. La única salvedad sería que en el momento de aplicación, la paciente estuviese cursando un cuadro gripal con fiebre. Entonces, la vacuna debería posponerse hasta su sanación.
La vacuna de la gripe estacional posee un nivel positivo de respuesta extraordinario. Ha sido desarrollada, manufacturada, perfeccionada y aplicada durante décadas en cientos de millones de personas en todo el mundo. El historial de eventos adversos graves es bajísimo.
Si existe la duda…
Ante la sospecha de que la mujer haya padecido esta enfermedad, se aconseja que concurra rápidamente a un establecimiento médico, donde puedan realizarse los estudios confirmativos y su eventual medicación con Oseltamivir (Tamiflu) o Zanamivir (Relenza), indicar pautas de alarma y, ante la mínima complicación, su internación. Debe mantenerse aislada de su núcleo familiar, el cual deberá ser estudiado también. Se aconseja no saludar con besos ni con la mano, mantener una buena higiene de todos los lugares de contacto y una buena ventilación de los lugares cerrados. Este virus se transmite a través de las secreciones, el aire y el contacto. Utilizar alcohol en gel es una de las recomendaciones de rápido y fácil acceso.
Fabián Penno
Asesoró: Dra. Karina Fraga, obstetra de Halitus Instituto Médico
Medidas de prevención
Es muy importante tener especial cuidado durante el embarazo. Por eso, las recomendaciones generales fueron resumidas por el Ministerio de Salud. Las mismas contienen 5 puntos esenciales:
1-Evitar el contacto con personas con cualquier tipo de infección respiratoria;
2-Evitar el contacto físico al saludar: no besar ni dar la mano;
3-No compartir alimentos, vasos o cubiertos (nada de mate compartido; cada uno con su mate y su bombilla);
4-Mantener bien limpios los lugares y objetos de uso común: baño, cocina, manijas, barandas, juguetes, teléfonos, etcétera;
5-Ventilar y permitir la entrada de sol en todos los lugares cerrados.
Otras buenas prácticas:
-Abrigarse lo necesario y evitar los cambios bruscos de temperatura;
-Ingerir alimentos ricos en vitaminas A y C;
-Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, o recurrir al alcohol en gel.
Fuente: Única Mi bebé