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FUE PRODUCTO DEL CONSENSO DE OTROS SEIS PROYECTOS


¿Un proyecto para esterilizar a los pobres?

Por Marisa Rauta

Dicen que allá por el siglo XVI, el anatomista italiano Gabrielle Falopio recomendaba el uso de unas bolsitas de lino empapadas en antiséptico para protegerse de la sífilis. Pero mientras caminaba por las calles de Padua no imaginó que estaba anticipando lo que sería el condón o preservativo como anticonceptivo, y mucho menos que la ligadura de los conductos uterinos o trompas que descubrió en 1561 –y que desde entonces llevan su nombre– podría transformarse en un masivo método alternativo de anticoncepción para las mujeres, junto con la vasectomía para los hombres; dos métodos de contracepción que requieren una cirugía y que se podrían solicitar en los centros hospitalarios públicos de la Argentina de prosperar el polémico proyecto que ya cuenta con un dictamen favorable de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de la Nación.
Por ahora, el proyecto que impulsa la ex duhaldista María del Carmen Rico y la peronista Juliana Marino aprobó el paso por la Comisión de Salud, pero restan otras comisiones como la de Legislación General, Justicia y Legislación Penal.
El proyecto de ley autoriza, entre otras cosas, a las personas mayores de edad a solicitar las vasectomías y las ligaduras de trompas en hospitales públicos, que hoy son consideradas como métodos permanentes, pero no definitivos para regular la fertilidad.
Antes de someterse a esas prácticas, en las instituciones del Estado deberán dar su 'consentimiento informado'. No necesitarán de un permiso judicial ni del consentimiento de su pareja. Ni tampoco necesitarán esgrimir razones médicas.

Polémica

El proyecto, que en su mayoría se sustenta en ofrecer una “igualdad de posibilidades” con quienes pueden optar por este control en instituciones privadas, ya generó polémica entre los diputados de la Comisión de Salud. Ya estos métodos habían sido dejados de lado cuando se sancionó en 2002 la ley que creó el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y que permite acceder gratis a métodos anticonceptivos, como los preservativos, el DIU y las píldoras.

Si bien desde el aspecto formal, y según afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un capítulo de su guía sobre anticoncepción, ‘no existe ningún condicionante médico capaz de restringir absolutamente la posibilidad de someter a una persona’ a una vasectomía o a una ligadura de trompas’, el debate se encendió desde otros ámbitos.
Las voces a favor o en contra presentan los más diversos argumentos. Entre quienes se han manifestado a favor se enrolan en su mayoría las posturas profesionales o técnicas que exponen los beneficios de “oficializar” una práctica generalizada en muchas zonas o conceder “igualdad de condiciones” a los grupos sociales que desee optar por este método de control de la natalidad.
Ésta ha sido, por ejemplo, la postura del presidente de la Asociación de Ginecología y Obstetricia Psicosomática y jefe de Ginecología del Hospital Italiano, Mario Sebastián: ‘Estoy totalmente de acuerdo. Tiene que estar basado en la autonomía de la persona y en el asesoramiento sobre los métodos anticonceptivos, constar en la historia y asegurar la objeción de conciencia de los médicos’, aseguró el ginecólogo.
El urólogo Edgardo Becher, en declaraciones a La Nación, también se mostró ‘totalmente en favor’ del proyecto. ‘Estoy en favor de la planificación familiar y ésta es una práctica mínimamente invasiva’, destacó. ‘La discusión de la prohibición de la ligadura o la vasectomía por considerar que está mal porque es irreversible y se daña un tejido sano ya no va más. El paso del tiempo hizo que sea reversible. En la medida en que no sean prácticas compulsivas u obligadas, me parece que está perfecto -opinó el director médico de Halitus Instituto Médico, Sergio Pasqualini-.
‘Me parece que por fin alguien se pone en favor de la gente. Lo único que hacemos es habituarnos a una práctica frecuente en el mundo, obviamente que se hace con el conocimiento de la persona a la que se la realiza’, aseguró el médico sexólogo León Gindín. ‘La mayor crítica que tenía es que era irreversible, pero ya no lo es y la gente tiene derecho a elegir el método que mejor le parezca’, afirmó.

‘Eliminar a los pobres’

Sin embargo, las voces que se oponen no son menos, ni menores los argumentos que se esgrimen: ‘Parecería que como no se puede eliminar la pobreza, se elige eliminar a los pobres, evitando que tengan hijos, porque es más barato y más sencillo que darles educación y salud”, sostuvo Carlos Camean Ariza, director de Comunicación de la Secretaría para la Familia, del Episcopado.
‘El proyecto no prevé la realización de las intervenciones quirúrgicas necesarias para restablecer la fertilidad, ni tampoco las financiará. Esto restringe la posibilidad de que una persona pueda recuperar su capacidad de procreación en caso que así lo requiera’, objetó el funcionario.
‘Los seres humanos contamos con nuestra capacidad de juicio para poder discernir cómo y cuándo nuestras relaciones deben tener como resultado la procreación de un nuevo ser humano. La esterilización nos degrada a la condición de seres sin esa capacidad. Pensar que los pobres no pueden tener esa capacidad es una actitud discriminatoria’, agregó Camean Ariza.
Fuera de los considerando moralizantes que muchos resisten porque tienden a limitar el análisis y que caracterizan a las concepciones netamente religiosas, hay cuestionamientos a este proyecto que se soportan también en miradas éticas y pragmáticas, dado que la propuesta en el fondo trataría de “controlar” una de las peores injusticias humanas que es la desigualdad social y la pobreza, pero tendiendo paradójicamente –para algunos- a coronar este flagelo con un grado de estigmatización increíble: habilitando el debate sobre el futuro de la prole de “los pobres” y la posibilidad de “facilitarles” un control inminente, provocando su decrecimiento vegetativo mediante una operación.
Según la visión tal vez más extrema del columnista Enrique Serra, este sistema lo propiciarían los organismos internacionales para evitar que se reproduzcan los “subdesarrollados” y con el mismo prejuicio clasista los vernáculos que piensan que “a los negros hay que ligarles las trompas. En lugar de subsanar el estructural déficit económico y cultural de la gente humilde, los castran; como si fueran sub-humanos e incapaces de una conducta racional”, mientras muchos sectores que se consideran progresistas adhieren sin mayor complejo.
Entre otras cosas, muchos sectores no dejan de observar con preocupación la alternativa de “un control” que en cualquier momento puede quedar en manos de alguna descabellada política pública o de algún inescrupuloso desmarcado. No está de más recordar que con una ley mucho menos permisiva, Alberto Fujimori, durante su gestión como presidente del Perú, hizo esterilizar a 360.000 peruanos -en su mayoría mujeres indígenas analfabetas-, por lo que actualmente enfrenta una demanda constitucional por genocidio en dicho país hermano.
Un importante grupo de especialistas también opina que esta receta para tratar de esterilizar la pobreza, que de hecho ganará no poco espacio mediático por varias semanas, debería ser precedida por otras políticas que se esfuercen por concebir una sociedad con un sistema distributivo más justo y el debate se reduciría enormemente porque, de hecho, la contracepción quirúrgica ya se da en muchos países desarrollados, algunas naciones vecinas y varias provincias argentinas. Actualmente hay leyes que la autorizan en las provincias de Río Negro, Tierra del Fuego, Chubut, La Pampa, Chaco, Neuquen y Santa Fe. Aunque los centros públicos de salud de estas provincias no siempre cuentan con los insumos y el personal entrenado para facilitar el acceso a los métodos, la igualdad de posibilidades ya existe.
Y aunque la polémica recién comience, cabe la reflexión de que la pobreza de los hombres no consiste sólo en la carencia de recursos para satisfacer las necesidades de la vida. Además de los pobres de bienes, siempre existen los pobres de espíritu… ¿después vendrá el momento de ver cómo esterilizar este grupo?