Esta premisa funciona en todas las especialidades y el área de la fertilidad no está exenta. Desde aquí nos preguntamos: ¿es posible mejorar la calidad de vida al enriquecer la conexión entre la mente y el cuerpo? Claro que sí, porque existen mecanismos bioquímicos que regulan procesos fisiológicos que se encuentran asociados con el avance de alguna enfermedad, incapacidad o dificultad que se manifiesta en el cuerpo. El origen de estos procesos está tanto en estados emocionales como actitudes psicológicas.
Tales fueron las razones para incursionar en la búsqueda de distintas herramientas que puedan accionar los mecanismos internos necesarios para reducir el estrés emocional y potenciar los tratamientos médicos tradicionales. El objetivo es lograr el equilibrio del cuerpo para que todos los sistemas –el psíquico, el nervioso, el endocrino, el inmunológico, el hematológico- funcionen en forma adecuada y sea posible la concepción.
El estrés, la angustia y ansiedad pueden repercutir negativamente en los resultados de un tratamiento. Estudios realizados demostraron que las actividades mente-cuerpo pueden aumentar la frecuencia de embarazos naturales espontáneos cuando están dadas las condiciones para que ello ocurra, así como la efectividad de los tratamientos de fertilización asistida. Las terapias complementarias (prácticas de “Mindfulness”, acupuntura, sincronizadores cerebrales, yoga, tai chi y counselling) y el Sistema Mente-Cuerpo proponen un enfoque holístico, integrados, con actividades y prácticas complementarias a los tratamientos médicos convencionales, si es que estuviesen indicados. Utilizar estas herramientas como forma para mejorar física, emocional y psicológicamente implica que se movilicen recursos que produce le propio cuerpo y así generar drogas endógenas que impulsan a vivir en un estado de plenitud. Además de disminuir el estrés pueden mejorar situaciones más adversas.
Muchas veces, el día a día como profesional hace difícil la posibilidad de encontrar un espacio para realizar este tipo de actividades complementarias. Sin embargo, hay que pensar que no darse tal tiempo es no dedicarse a uno mismo, no cuidar le bienestar y eso lleva a no lograr la plenitud. Si se parte de comprender que la mente se encuentra en un todo con el cuerpo, ahí obtenemos el secreto para mejorar los resultados, con perseverancia y constancia, asistiendo y participando lo más posible de las distintas actividades y complementándolas con la práctica.