La decisión de Juana Repetto de ser madre sin pareja y con semen donado dio pie para que durante la semana todo el mundo opinara sobre el tema. Más allá de su historia –que sólo se destaca por ser hija de famosos y por tener 27 años– la realidad es que cada vez son más las mujeres que tienen hijos sin un varón al lado, porque son autónomas e independientes y porque el modelo de familia tradicional ya no existe y hoy hay múltiples formas de armar una familia. El Nuevo Código Civil, adecuado a estos tiempos, contempla estos casos y habla de “voluntad procreacionalâ€. Además, estos tratamientos, hasta hace poco reservados para gente con dinero, están cubiertos por obras sociales y prepagas por ley.
“La cantidad de mujeres que tienen hijos solas crece año a añoâ€, dice a ClarÃn Fernando Neuspiller, director del Centro IVI, donde Juana se hizo la inseminación. A diferencia de ella, que es joven, el perfil de estas mujeres es: “más de 35 años, profesionales, viajaron mucho y tuvieron varios novios pero ninguno definitivo. Ven que se acercan los 40 y deciden tener un hijo. Hay una libertad social que les permite ser madres sin tener un varón al ladoâ€, opina Neuspiller.
Susana Kopelman, del Cegyr, acuerda: “De cada diez mujeres que consultan, cuatro vienen solasâ€. Preguntan opciones, que son varias: inseminación (tratamiento de baja complejidad) o in vitro (alta complejidad), que puede ser con sus óvulos, con óvulos donados o embrión donado. “Las mayores de 37 en general hacen tratamiento de alta complejidad y las que pasaron los 40 suelen necesitar materiales donadosâ€, explica Kopelman.
AgustÃn Pasqualini, de Halitus, confirma la tendencia: “Más mujeres solas consultan para criopreservar óvulos y algunas se largan solas al embarazo. Es mejor que buscar pareja con el objetivo de tener un hijo, porque si no funciona, mejor sola que mal acompañadaâ€.
“Vivimos en un contexto social en el que muchas mujeres postergan la maternidad por razones profesionales o laborales, y a veces se suma que no siempre llega a la edad esperada una pareja estable con quien tener hijos. La alternativa de ser madres solteras da curso al deseo de maternidad –dice Patricia Alkolombre, psicoanalista, autora del libro “Deseo de hijo. Pasión de hijoâ€â€“. La elección de una maternidad a través de una inseminación con donante plantea de entrada la presencia de un solo progenitor. La mujer ve realizado su deseo de ser madre y gestar un hijo propio, tomar las decisiones sola sin consensuar con otro en la crianza, pero tiene que lidiar con muchos momentos de soledad frente a las dificultades. La familia y los amigos pueden contenerâ€.
“Con óvulos propios o donados o con esperma de donante, estas mujeres se atreven y son pioneras en una nueva forma de arribar a la maternidadâ€, dice Patricia MartÃnez, psicóloga de Halitus. Habla de la identidad de los niños nacidos con materiales donados y la importancia de contar la verdad: “Cada familia procederá según sus tiempos y ayudará a armar la historiaâ€.
Los padres son quienes firman la “voluntad procreacionalâ€. Los donantes no tienen derechos ni obligaciones. Deben dar sus datos para que en el futuro los que quieran sepan sus orÃgenes genéticos. Es su derecho a la identidad.