Sin embargo, muchas de ellas lograrán la gestación desconociendo que poseían algún grado de endometriosis, o tal vez no lo logren por razones ajenas a la endometriosis. Esto implica que no siempre la causa de esa infertilidad es la endometriosis. Cuándo recurrir a la laparoscopía y cuándo es conveniente esperar.
Es difícil establecer cuántas mujeres se ven afectadas por endometriosis dado que la enfermedad sólo puede ser diagnosticada con una biopsia de las lesiones. Así, no existen estadísticas precisas porque la única manera de diagnosticar con certeza la enfermedad, salvo en aquellos casos de presencia de quistes que son fácilmente detectables mediante una ecografía, es realizando una laparoscopía que permitiría la observación directa del endometrio fuera de lugar. Es entonces que las mujeres que no presentan síntomas y nunca se han sometido a cirugía pueden no saber que la padecen. Sin embargo, muchos estudios muestran que la endometriosis está presente en al menos el 5% de todas las mujeres en edad reproductiva.
“Endometriosis es la presencia de tejido endometrial (glándulas y estroma) fuera de la cavidad uterina. Existen dos tipos de endometriosis: la endometriosis uterina interna, en la cual la capa basal del endometrio invade la pared muscular del útero, esas glándulas responden menos a las hormonas, cambian menos durante el ciclo y puede alterar la pared del útero y afectar en algunos casos la fertilidad; y la endometriosis uterina externa que se divide a su vez, en peritoneal, aquella que genera focos en esa zona, y la endometriosis quística. La endometriosis puede causar problemas desde el primer período menstrual hasta el último e incluso, aunque no invariablemente, provocar inconvenientes para lograr el embarazo”, explica el Dr. Sergio Pasqualini, Director de Halitus Instituto Médico.
“La endometriosis quística ovárica se manifiesta por la presencia de un quiste en el ovario. En este caso, la única forma de eliminarlo es mediante la operación. Sin embargo, si la mujer está buscando un embarazo, si bien es posible operar, a veces realizar una punción antes de llevar a cabo el tratamiento de fertilización in Vitro es conveniente. Ahora bien, la punción no elimina el quiste, éste volverá a aparecer a las 2 ó 3 semanas pero ese tiempo le dará la oportunidad de realizar el procedimiento. Por esto, la punción no es terapéutica, ya que el quiste siempre volverá a aparecer”, sostiene Pasqualini.
Según estudios realizados por el MD Robert Barbieri, el crecimiento y el funcionamiento de la endometriosis dependen del estímulo que reciba de estrógenos y progesterona producidos por los ovarios en la mujer en edad menstrual. La condición es más común en mujeres caucásicas, de entre 25 a 29 años y menos probable en mujeres mayores de 44 años.
Existen además, algunos factores de riesgo que deben tenerse en cuenta:
Ningún embarazo que resulte en el nacimiento de un bebé
Madre con endometriosis (7% de probabilidad)
Ciclos menstruales breves, menores a 27 días con flujo prolongado de 8 días. (2% de probabilidad)
Obstrucción parcial o completa del flujo menstrual normal
Las condiciones que disminuyen la frecuencia del sangrado menstrual disminuyen el riesgo de endometriosis. Por ejemplo, el embarazo, períodos menstruales ausentes y el uso prolongado de píldoras anticonceptivas.
Síntomas y Diagnóstico
Dependiendo del grado de endometriosis, la mujer puede referir:
Dolor pélvico crónico
Dismenorrea
Dispaurenia (dolor durante el coito)
Presencia de masa pélvica
Infertilidad
En contraste con lo que sucede con mujeres adultas que suelen presentar dolores pélvicos cíclicos, las adolescentes pueden presentar dolor tanto cíclico como no, síntomas de vejiga o intestino mientras que es más raro que presenten infertilidad o endometriomas ováricos.
“En algunos casos, según detallan estos estudios, la resonancia magnética nuclear podría ser de utilidad para definir mejor una anormalidad sospechada por sonografía pero no debería ser utlizada como recurso de primera línea, teniendo en cuenta la poca sensibilidad para la detección de lesiones peritoneales o establecimiento del grado de endometriosis. La tomografía computada también resulta poco sensible para la evaluación de la endometriosis, salvo por su utilidad para detectar endometriomas”, dice el Dr. Pasqualini.
Tratamiento
Hay varios tratamientos posibles para mujeres con endometriosis:
Ninguna terapia
Medicación para el dolor
Pastillas anticonceptivas
Otras formas de terapia hormonal
Cirugía
Terapias combinadas
La estrategia de tratamiento depende de si la preocupación máxima de la mujer es el dolor, la infertilidad o una masa pélvica. Asimismo, es importante referir que en caso de cirugías, pueden ser diagnósticas ya que son muy útiles para establecer la extensión, la ubicación y el grado de endometriosis que se enfrenta y así determinar el tratamiento más adecuado. Para establecer el grado de la enfermedad se tienen en cuenta el tamaño, la profundidad y ubicación de la endometriosis. La endometriosis grado 1 o leve, es la presencia de pocos implantes superficiales y aislados; grado 2 o moderada si los implantes son algunos superficiales y otros profundos con adhesiones prominentes y, grado 3 o severa cuando se presentan múltiples implantes superficiales y profundos con endometriomas grandes y adhesiones prominentes.
Los tratamientos posibles son absolutamente individuales y dependen fundamentalmente de las características de la mujer (edad, deseos de fertilidad, severidad de los síntomas, ubicación de las lesiones) y del grado de endometriosis que presente la paciente. La endometriosis grave puede causar infertilidad bloqueando el pasaje del óvulo desde el ovario hasta el útero. La endometriosis leve también puede causar esterilidad, pero en estos casos, el mecanismo que la genera no es claro. Antes de realizar alguno de los tratamientos agresivos para tratarla puede ser una opción la observación minuciosa de los síntomas y de la progresión.
“En una publicación aparecida en la revista Fertility & Sterility que merece mención, un grupo de investigadores de la Universidad de Roma (Porpora y cols), publicó algunos hallazgos de su estudio que merecen una mención. En ese estudio, sobre 166 mujeres, un 76,5% manifestó tener dolor, el 10,2% padecían de infertilidad y el 9,6% se habían sometido a una cirugía por quistes de endometriosis en el ovario. Sólo un 31,3% dijo querer tener hijos en el futuro. Y este es un dato muy importante a la hora de definir el tratamiento. Y se vieron algunos factores que llevaban a un pronóstico más negativo como: la cirugía por endometriosis se asoció con la recurrencia de dismenorrea, dispaurenia y dolor pélvico crónico; el uso de medicación para estimulación ovárica con recurrencia de dismenorrea y dispaurenia y la presencia de adherencias con el dolor pélvico crónico”, dijo el especialista en fertilidad.
La posibilidad de recurrencia o persistencia luego de alguna terapia quirúrgica es del 10% en el primer año y del 20% al quinto año.
“Finalmente, es importante tener en cuenta que la cirugía conservadora, esto es, la escisión del quiste ya sea por laparoscopía o laparotomía aparece como el tratamiento óptimo según la mayor parte de los estudios al respecto y que ala aspiración del quiste únicamente resulta poco efectiva ya que resulta en una recurrencia del 88% de los casos. Sin embargo, a los fines de la fertilidad nosotros creemos conveniente la evaluación del caso porque, muchas veces, el tiempo que ganamos desde la aspiración del quiste hasta la nueva aparición nos permite lograr un embarazo”, sostiene el Dr. Sergio Pasqualini.
Así, lo más importante la hora de la consulta son los intereses de esa mujer a corto plazo para definir así la mejor acción a seguir para lograr los resultados deseados.
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