En nuestra especialidad, el seguimiento en el tiempo de las parejas que han transitado fertilizaciones in vitro (FIV) fallidas o exitosas, demuestra que los embarazos naturales no son rarezas y que ocurren de manera frecuente. Un estudio francés que se realizó sobre 2134 parejas que comenzaron un tratamiento de fertilización in vitro en 2000-2002 y que hizo un seguimiento luego de 7-9 años (tanto en casos con embarazos exitosos como no), indica que la tasa de embarazo espontáneo (seguido de nacidos vivos) fue un 17% para aquellas parejas que tuvieron un niño previo con tratamiento y un 24% en las que no tuvieron hijos. En ambos grupos la probabilidad incrementaba entre mujeres más jóvenes y con una pequeña taza de intentos de FIV. Además, aumentaba también cuando la infertilidad era sin causa aparente.
Por eso, cuando una pareja consulta lo primero que queremos saber es si existe la posibilidad de un embarazo natural. Para esto, el hombre tiene que presentar una cantidad aceptable de espermatozoides y la mujer tiene que ovular y sus trompas tienen que estar permeables. Si alguna de estas variables no sucede, las posibilidades de lograr el embarazo se van a presentar solo en los ciclos en los que se realice una técnica de FIV/ICSI (Inyección intracitoplasmática de espermatozoides).
La técnica de FIV/ICSI es una excelente técnica pero no para todas las mujeres. Algunas se embarazan naturalmente y no son buenas candidatas para lograr una buena respuesta a la estimulación ovárica. Existen ejemplos de esto, como cuando a algunas mujeres que quieren vitrificar óvulos se las evalúa se detecta que la reserva ovárica esta disminuida y que, por lo tanto, no va a responder satisfactoriamente. Eso no quiere decir que si busca un embarazo en forma natural, no podría lograrlo.
El embarazo natural después de un FIV/ICSI exitoso (con el nacimiento de un hijo) puede darse porque durante el primer embarazo los altos niveles de hormonas (estrógenos y progesterona) permitieron mejorar alguna patología, por ejemplo la endometriosis, y desapareció el motivo por el cual no se daba el embarazo de manera natural. También puede llegar a ser porque se desbloqueó algo que estaba dificultando el embarazo, como la ansiedad o el stress.
En el caso de intentos de fertilización fallido puede suceder que la mujer en algún ciclo ovule un óvulo de buena calidad y si se dan las circunstancias adecuadas, se presenta el embarazo. Esto ocurre con mayor frecuencia en aquellas mujeres que tienen una reserva ovárica disminuida y ovulan correctamente en algunos ciclos, mientras que en otros no.
Los hábitos saludables, el estar bien anímicamente y todo lo que se necesite para que el cuerpo movilice los recursos propios, puede redundar en un beneficio que haga que se presente, con mayores posibilidades, un embarazo en forma natural. Sobre todo en aquellos casos en que la respuesta a la estimulación ovárica no fue satisfactoria.
En la mayoría de los casos en los que indicamos un FIV/ICSI, no existe una causa que impida en forma absoluta el embarazo, como ser trompas afectadas, o escasa cantidad de espermatozoides. Pero, dado que el embarazo no se está logrando, (y en algunos casos inclusive se pasó previamente, sin éxito, por técnicas de fertilización asistida de baja complejidad IIU- inseminación intrauterina) se indica la FIV/ICSI. Es en estos casos con o sin nacimiento logrado, en los que las posibilidades de los embarazos naturales están presentes.
Por el doctor Sergio Pasqualini, director científico de Halitus Instituto Médico y presidente de Fundación Repro.