Llega el momento de las vacaciones y estar embarazada no es un impedimento para viajar con la familia, siempre y cuando no sea un embarazo con algún riesgo. Sin embargo, requiere de algunos cuidados para disfrutar de unas vacaciones placenteras y evitar las molestias que puede provocar el calor.
Durante el embarazo, la decisión de viajar y la distancia del destino elegido deben ser tomadas en cuenta, conjuntamente, entre la mujer embarazada y su médico. Si las vacaciones se planifican lejos, es conveniente realizar el viaje durante el segundo trimestre y tomar algunas precauciones.
La época más segura es entre la semana 18 a la 24 ya que la mujer se siente mejor, generalmente, ya no sufre de vómitos ni náuseas, y tiene menos riesgo de sufrir un aborto espontáneo o un parto prematuro.
Antes de comenzar un viaje es fundamental tener en cuenta la disponibilidad y la calidad de la atención médica, además de la ubicación de los hospitales o sanatorios de la zona, sobre todo si el embarazo ya está avanzado. Por otro lado, deberían evitarse aquellos destinos que requieran de vacunas ya que algunas de ellas están contraindicadas durante la gestación.
Si va a realizar el viaje en auto, siempre es conveniente detenerse cada dos horas y estirar las piernas. En avión es fundamental obtener el permiso médico, ya que algunas aerolíneas lo requieren, no permanecer sentada largo tiempo sino caminar cada dos horas para favorecer la circulación de la sangre, beber agua en abundancia y colocar el cinturón de seguridad por la parte baja de la pelvis.
Durante el embarazo las variaciones hormonales provocan una mayor cantidad de transpiración y pueden llevar a la deshidratación. Por eso es muy importante la ingesta de agua.
*Director médico de Halitus Instituto Médico.
Fuente: Revista Mia | 31.01.14