El consumo de tabaco mata cada año en el mundo a casi 6 millones de personas y más de 600.000 de esos decesos, ocurren en no fumadores que están expuestos al humo del cigarrillo.
De seguir esta tendencia que maneja la OMS, se estima que en 2030 la cifra aumentará a 8 millones de muertes anuales por causas vinculadas al tabaquismo.
La OMS instituyó el 31 de mayo como el Día Mundial Sin Tabaco para unir esfuerzos en la lucha contra la epidemia del tabaquismo.
Este año, la campaña mundial hace hincapié en la «Interferencia de la industria tabacalera» con el objetivo de contrarrestar los intentos de ese sector por captar cada vez a más fumadores.
María Rostan, cardióloga y especialista en Tabaquismo del Instituto Cardiovascular (ICBA), precisó que el consumo de tabaco «está asociado con el 90% de las muertes por cáncer de pulmón, el 51% de los decesos cardiovasculares y un 25% a muertes perinatales debido a que la madre fuma».
Rostan señaló que «en el caso de la salud cardiovascular, el riesgo de ataque cardíaco de los fumadores es más del doble de aquellos que no lo son», y destacó que «el conseguir la cesación tabáquica, tiene un beneficio sanitario inmediato».
Argentina cuenta con una ley antitabáquica que prohíbe fumar en los espacios públicos. Además, las tabacaleras tendrán que incorporar en los envoltorios fotos de los daños que produce el cigarrillo y advertencias sobre lo perjudicial del fumar.
La Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC) alertó que el aumento registrado en los últimos 25 años del consumo de tabaco entre las mujeres, hizo que los casos de cáncer de pulmón se asocien al igual que en el hombre, al hábito de fumar y que también se registren más casos de cáncer de cuello uterino.
Matías Chacón, oncólogo integrante de la AAOC, sostuvo que «cuando se asocia tabaquismo y cáncer, la primera imagen que aparece es la del cáncer de pulmón en el hombre, pero hoy las estadísticas señalan una realidad que iguala a los dos sexos».
Chacón alertó que «en la mujer existiría una mayor susceptibilidad en el desarrollo del cáncer de pulmón, el cual es uno de los tumores con mayor mortalidad».
Cuando se prende un cigarrillo se activan más de 40 carcinógenos entre los 4.000 químicos contenidos en el tabaco, que en estado de partícula o gaseoso, se depositan en las vías aéreas.
La AAOC indicó que la combinación del tabaquismo con el consumo de alcohol también incrementa notoriamente el riesgo de tumores en la vía aérea y digestiva alta.
Chacón insistió en la necesidad de un estilo de vida libre de humo para promover, en todas las edades, la salud ambiental.
También, entre un 13 y un 22% de las mujeres que fuman en el embarazo tienen riesgo concreto de perderlo, padecer efectos placentarios, alta incidencia de bebés prematuros, defectos en el nacimiento, bajo peso o bebés con riesgo de muerte súbita.
En tanto, los bebés que se crían en un ambiente fumador son más propensos a desarrollar enfermedades respiratorias, infecciones auditivas y asma.
Sergio Pasqualini, ginecólogo especialista en fertilidad y director del Instituto Halitus, reiteró que «el tabaquismo es la primera causa de muerte evitable en el mundo que no sólo aumenta el riesgo de padecer enfermedades, sino reduce la fertilidad».
«Las investigaciones demuestran que a mayor cantidad de cigarrillos consumidos, mayor es la probabilidad de tener dificultades para concebir porque las toxinas que libera tienen un efecto sobre los vasos sanguíneos que alteran las glándulas endócrinas y los órganos reproductores», señaló.
Además, indicó que «esas sustancias interfieren con la capacidad del organismo de producir estrógenos, una hormona fundamental para regular la ovulación y puede hacer que los óvulos de las mujeres sean más vulnerables a las anomalías genéticas».
Se calcula que el tabaquismo hace que las mujeres tengan cerca del 40% menos de posibilidades de quedar embarazadas.
El tabaco, según los distintos especialistas, es la primera causa prevenible de enfermedad, por lo cual destacan la importancia de contar con la ley, pero también manifiestan la necesidad de profundizar las campañas de concientización sobre los perjuicios sanitarios que ocasiona.
Fuente: Télam