El sueño posible de tener hijos

E l reloj biológico es una de las recurrentes presencias a la hora de hablar de fertilidad.
Muchas veces desafiado por los múltiples avances científicos y negado por hombres y mujeres que deciden esperar para ser padres, son los propios especialistas en fertilidad quienes le dan cuerda y aconsejan seguirle el ritmo. Los expertos hablan de la importancia de cuidar la fertilidad y de preservarla, especialmente si se desea retrasar la decisión de tener un hijo. No es lo mismo intentar ser madre a los 25 que a los 38, repiten todos los profesionales consultados. Ser padre tampoco, porque las agujas corren también para los hombres.
Según una encuesta realizada por la asociación Concebir (grupo de apoyo para parejas con trastornos en la reproducción), la infertilidad es una enfermedad que afecta a una de cada seis parejas. Y en 3 de cada 10 parejas que consultan la mujer tiene más de 35 años.
Las motivos son varios, y el 30% de las causas orgánicas son femeninas, el 30% del varón y el 40% son mixtas. «Y cerca de la tercera parte de la población de parejas infértiles se encuentran dentro de la llamada «Esterilidad sin causa aparente», es decir, en la que no se logra determinar cuál es el motivo del problema», explica el doctor Sergio Pasqualini, director de Halitus Instituto Médico.
Y, siguiendo con las cifras, más del 40 % de los casos son solucionables con técnicas de reproducción asistida de baja complejidad, como la estimulación ovárica mediante la ingesta de hormonas y la inseminación intrauterina. «Se trata de procedimientos sencillos que tienen éxito en 40 a 80 % de los casos. Una escasa proporción de pacientes debe acudir a las técnicas de alta complejidad, como la transferencia de gametas a las trompas o la inyección de espermatozoide dentro del óvulo.
También existen causas que los especialistas señalan como sociales.
«La demora en la búsqueda del embarazo, ya sea por razones laborales o personales, lleva a la mujer a una edad en la que comienza a reducirse la ovulación, y otras causas médicas que pueden ir desde el estrés hasta enfermedades graves», define el doctor Pasqualini.

Preservar la fertilidad
«Hoy en día estamos viendo el aumento en la edad de la mayoría de las mujeres que se acercan al consultorio», afirma el doctor Fernando Neuspiller, director del centro especializado IVI Buenos Aires. «La mujer ha postergado mucho su maternidad por causas que en un principio parecen prioritarias pero que que se transforman en secundarias cuando no es posible lograr un embarazo. La edad de los hombres tiene menos impacto en la tasa de embarazos, pero a partir de los 40 años comienza a incidir», señala el doctor Neuspiller. La creencia popular sostiene que no hay edad para ser padre, pero la realidad no siempre la reafirma.
«Lo cierto es que a partir de los 40 años la fertilidad declina en un 70%. A medida que el hombre envejece, el ADN presente en su esperma comienza a fragmentarse, y provoca infertilidad», dice la doctora Andrea Marazzi, especialista en Psicoinmunoneuroendocrinología de la reproducción.
Una de las alternativas cuando no se producen óvulos o son de baja calidad es recurrir a la donación. «En el año 2009, fueron 300 las parejas que recurrieron a la ovodonación, y el porcentaje de éxito en estos tratamientos es del 55%», informan en Halitus.
«Lo mejor es tener hijos temprano. Si se decide esperar, una de las mejores maneras de preservar la fertilidad es vitrificando óvulos. Es una herramienta útil, aunque poco difundida y parece de ciencia ficción», asegura Neuspiller. La vitrificación es una manera de guardar óvulos, que se supone reemplazará a la criopreservación por la ventajas de este procedimiento que preserva la calidad de los gametos y por la tasa de embarazos exitosos.
«Si se guardan 20 huevos se puede tener hasta 3 hijos», detalla el especialista. Y dice que con la primera transferencia hay un 50% de posibilidades de embarazo. «Hay que recordar que el período más fértil de la mujer es alrededor de los 25 años, y disminuye lentamente hasta los 30 y algo más a los 35, acentuándose a partir de ese momento. Por lo tanto, la mejor edad para criopreservar es a los 28 años», agrega el doctor Pasqualini.
Lo importante es escuchar los deseos y, también al cuerpo. Y saber que existen múltiples alternativas para que ese hijo tan anhelado aprenda a decir mamá y papá.

El estrés: un enemigo al que presentarle batalla
Decir que el estrés afecta la calidad de vida y también la salud ya es casi un lugar común. Pero no hace mucho tiempo que los tratamientos médicos comenzaron a tener en cuenta la incidecia de los factores emocionales como causa posible de enfermedades y problemas como la infertilidad. «La psiquis modifica al cerebro y el cerebro modifica al cuerpo. Le estamos prestando cada vez más atención a este tema, porque una paciente tranquila se embaraza con más facilidad que una paciente estresada», dice el doctor Fernando Neuspiller. La propuesta de la mayoría de los centros de fertilidad incluye un abordaje con esa perspectiva.
«La infertilidad, los trastornos en reproducción humana, como todo problema en el cuerpo, tiene efectos emocionales, en el aparato psíquico y en la vida cotidiana», señalan las psicólogas Silvia Jadur, Constanza Duhalde y Viviana Wainstein, de la Asociación Concebir. «El objetivo de la pareja es construir una familia a la que llegarán por algunos de los caminos que decidan elegir independientemente del origen de la procreación. El modo en que se dé este proceso tiene que generar las condiciones afectivas y psicológicas más favorables para el futuro hijo. Cuanto menos sufrimiento y más placer, más exitosa va a ser la experiencia para la nueva familia», agregan.
Marcela A. hace 6 años que está buscando un embarazo y unos pocos meses que se sumó al Sistema de Entrenamiento Especial (SEES) del instituto Halitus. «Hay trabajo físico y también teórico, te ayuda a fortalecer la autoestima y a afianzar los vínculos.
En dos semanas se nota la diferencia», cuenta. El tratamiento también puede complementarse con acupuntura, siguiendo una tendencia que crece también en los EE. UU, donde muchas parejas recurren a terapias alternativas, masajes y técnicas milenarias para afrontar la infertilidad.

La importancia de una dieta equilibrada
Una buena alimentación es esencial para tener una vida y un cuerpo saludable. De la misma forma que incide en la salud de los huesos, por ejemplo, y en el crecimiento y el desarrollo de todos los seres humanos, la nutrición tiene incidencia en la capacidad reproductiva. Se trata de seguir una dieta equilibrada para cubrir las necesidades del organismo y para mantener un peso saludables.
Según estudios realizados por la Universidad de Stanford, hay componentes nutricionales que favorecen la fertilidad femenina, y otros la masculina. Las mujeres deberían ingerir antioxidantes, vitamina E, vitamina B6 y B12, selenio. L-arginina, y ácido fólico.
Los hombres, por su parte, pueden necesitar tomar L- carnitina (es fundamental en la formación de un esperma saludable), Vitamina C, E , B6 y B12, además de antioxidantes.
«Las recomendaciones para los hombres es la de aumentar el consumo de frutas y hortalizas, incluyendo alguna cruda. Frutas de todo tipo y color, y un cítrico por día», indica la licenciada Lucía Molina, nutricionista de Halitus.
Hombres y mujeres deben incorporar pescado, hojas verdes huevos y lácteos en la dieta.

(Sector Entretenimientos)