Distintas son las funciones que una enfermera en el área de fertilidad desempeña a diario. Ya sea brindar instrucciones sobre la forma de administración de una medicación, agendar y colaborar para que la paciente asista a cada uno de los controles ecográficos durante la etapa de estimulación, e informar sobre los distintos pasos de los procedimientos que van a realizarse.
“Una enfermera especializada en fertilidad está capacitada para recibir consultas telefónicas frecuentes sobre dudas de los tratamientos o de la aplicación de la medicación. Sin embargo, su rol es mucho más amplio. Hace un seguimiento de los pacientes en tratamiento, agenda turnos si hiciera falta, administran los medicamentos y explican a los pacientes la forma de aplicación de las inyecciones”, expresa Clara Piscicelli, enfermera de Halitus Instituto Médico, especialistas en fertilidad.
Además, con frecuencia, mediante la información sobre medicación procedimientos y-especialmente- su capacidad de escucha, son quienes aportan un granito de arena para que todo el tratamiento sea menos estresante.
Durante el tiempo de tratamiento, otras son las funciones que se suman a la tarea de las enfermeras.
“Se establece una relación con el paciente que genera cierta confianza. Esto es importante para ayudarlos a transitar por la experiencia del tratamiento. Si ellos además, comparten miedos, sensaciones o molestias, escucharlos puede ser una manera de contenerlos y reducir así el estrés que pueden generarles los pasos que van a dar. Además, generalmente los ayudamos si lo necesitaran a completar correctamente la historia clínica ya que esta es parte fundamental del comienzo de un tratamiento de fertilidad”, refiere Piscicelli.
Desde el inicio, y durante todo el tratamiento, una buena relación entre los pacientes y el equipo -entre ellos las enfermeras-, ya no sólo desde el punto de vista biológico sino también psicológico y emocional, es muy importante para un desenlace exitoso.
En la etapa diagnóstica, las enfermeras del equipo de fertilidad explican y enseñan a las pacientes cómo colaborar durante la realización de distintos estudios e, incluso, sobre los cuidados previos y posteriores de cada caso. “En algunos casos, es importante que la paciente sepa que tiene que evitar llevar a cabo actividades agotadoras o cargar objetos pesados, al menos durante las primeras 24 horas, en otros casos deben saber que no deben darse duchas vaginales o mantener relaciones sexuales por lo menos durante 72 horas después de una prueba”, explica la enfermera especializada. “También en el caso que la paciente deba someterse a una laparoscopía diagnóstica o a una histerosalpingografía o a una histerosonografía o estudios de estas características, es nuestra tarea que la paciente sepa cómo debe prepararse, qué cosas no debe realizar, qué cuidados debe tener, etc. Un caso similar es si la pareja debe pasar por un Test postcoital, hay elementos que deben tenerse en cuenta para obtener un resultado correcto. También nos comprometemos a darle asesoramiento y contención emocional a esa paciente, muchas veces, eso es lo que más necesita en esta etapa”, agrega.
Nota completa: El rol de las enfermeras como asistentes en el equipo de fertilidad