El 25 de julio de 1978, nació en Inglaterra Louise Brown, la primera «bebé de probeta». Este evento, uno de los logros médicos y científicos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, sentó las bases para el desarrollo de la medicina reproductiva, que hizo posible la llegada al mundo de más de 4 millones de bebés.
Por su labor, el Dr. Robert Edwards, médico y científico responsable del nacimiento de Louise, fue reconocido en 2010 con el premio Nobel de Medicina. Sus investigaciones, así como las metas alcanzadas gracias a ellas, dieron esperanza a más del 10 por ciento de las parejas del mundo que tienen dificultades para llegar al embarazo.
Una ley para todos
En el área de reproducción asistida, la Argentina posee un nivel técnico, científico y de recursos humanos equiparable al de los países más avanzados. Sin embargo, buena parte de la población no tiene la posibilidad de acceder a estas ténicas por motivos de índole econ
omica. Afortunadamente, gracias a la lucha y la perseverancia de individuos y asociaciones civiles, este año la fecundación in vitro pasó a formar parte de la agenda de los legisladores, y con buenos resultados.
«Hoy podemos estar orgullosos de la Ley de reproducción asistida que promulgó la Provincia de Buenos Aires. Una ley que no sólo brinda salud a una parte de la población que de otro modo no accedería, sino que regula la práctica e incentiva la investigación y formación de profesionales. La norma es pionera en América Latina, y en varios aspectos, superior ala reglamentación de muchos estados de los Estados Unidos. Ya celebramos nacimientos y muchos más están en camino. Ahora, el eje de la discusión se centra en una ley de alcance nacional», afirma el Dr. r. Sergio Pasqualini, director médico de Halitus Instituto Méidco.
Se ha recrrido un largo camino, pero aún falta mucho. Por eso, es indispensable que la gente se informe acerca de estos temas y participe del debate. Vale la pena: estamos en la dirección correcta.
Fuente: Ahora Mamá