Por: Paula Cipriani
Cuando el óvulo y el espermatozoide se encuentran interactúan 30.000 genes de cada progenitor y el número de combinaciones que puede darse es infinito. Esto hace que cada bebe sea único, con excepción de los gemelos.
Para las que por estos días se hacen la pregunta: ¿A quién se parecerá mi hijo? Los aportes de la Mabel Segovia, genetista del Departamento de Genética de Halitus, publicada en Para Ti Mamá
Los ojos oscuros predominan sobre los claros.
El pelo enrulado le gana al lacio y el grueso, al fino. El color negro se impone al castaño y al rojizo, mientras que el rojizo es más fuerte que el rubio.
La cara. Las afiladas tienden a prevalecen sobre las redondas. Los pómulos pronunciados y los hoyuelos también son ganarores. En tanto que los labios gruesos suelen imponerse sobre los más finos, mientras que las narices rectas pierden ante las curvas.
El vello. El exceso de vello corporal se impone.
La piel. Los genes que dan lugar a la pigmentación de piel morena dominan sobre la clara.
Lo cierto es que más allá de los mandatos de la genética, el bebe de uno siempre es el más lindo del mundo… Del mundo nuestro, del particular.