El club de los lindos Beautiful People.com

Qué vida ésta de la gente linda. Fiestas glamorosas de ésas que les
gusta promocionar en los avisos de champagne. Ofertas de contratos publicitarios o para bolos en tevé por el simple hecho de presentar carta de belleza. Una red de jet set interesada en sumarlos para cuanto evento sea necesario -pues la gente linda siempre hace creer que la vida también es linda-. Y, por último, oportunidades profesionales irrisorias a las cuales ningún feo accedería jamás, por más que porte título de Harvard bajo el brazo, un brazo naturalmente afeado y sin gracia.
Estas no son, por supuesto, las puertas que se abren a cada gente linda sobre este planeta. Apenas una porción de los lindos entre los lindos, seleccionados por la red social de belleza con los cánones más exigentes del mundo. El sitio se llama Beautiful People.com, congrega a 600 mil bellos de 190 países y, para darle un dato de este año, sólo en los primeros meses de 2010, después de que sus miembros actualizaran sus fotos tras las fiestas -fiestas glamorosas, ya lo hemos dicho, y repletas, por ende, de calorías, y vacaciones donde los postres helados imperan sobre las dietas-, hubo 5 mil usuarios a los que consideraron que ya no eran suficientemente bonitos para permanecer. El motivo: varios kilos de más.
Él último año, cuando el sitio lanzó su expansión mundial -donde ingresó la Argentina-, hubo un millón ochocientos rechazos, y sólo 360 mil miembros nuevos. Beautiful People no es obra de un sádico de la belleza -de hecho, son los propios miembros quienes califican y aceptan o rechazan nuevos usuarios al club, los cuales pagan una pequeña cuota para mantener la membresía-. Es una de las creaciones más polémicas de la red social de los últimos tiempos, obra de un hombre que creyó que, en la belleza había una buena oportunidad de hacer negocios y que a cada feo que recibía un botinazo hacía crecer cierto espíritu de prestigio y sentido de importancia a los miembros del sitio. Ese hombre es Robert Hintze, quien, para cuando le vino la idea de lanzar una red social donde sólo se juntara gente linda, estaba quebrado, sin un dólar y viviendo de prestado en casa de un amigo. Si se hubiera subido una foto de Hintze de esa época, no habría lugar en el mundo donde le darían la bienvenida a su propio sitio de belleza. Le vino la idea mientras buscaba sin suerte pareja en las redes sociales disponibles del momento. Él, ex rockero, ex conductor radial en Dinamarca y ex jugador de fútbol, decidió reunir a la gente más bonita de su país en una red social propia.
Pero Robert, como todo desesperado, es un hombre ambicioso. Hoy, su red social 90-60-90, de ojos claros, pelos de publicidad de cremas de enjuague, cuerpos tallados por personal trainers, tiene adeptos en 190 países, entre ellos la Argentina.
En términos de belleza no estamos tan mal, aunque las cifras alarmen al primer vistazo. Los responsables del portal elaboraron un sondeo por país de acuerdo a su índice de rebote de candidatos y concluyó que el 72 por ciento de los hombres argentinos rechazados. El margen parece alto, sin embargo, ocupamos un digno sexto lugar, detrás de Suecia -los número uno con el 65% de aprobación-, Brasil, Dinamarca, Italia y Portugal. Mientras que las mujeres locales, promocionadas puertas adentro como las más bonitas del mundo, fueron rechazadas en un 56%, y quedaban en el puesto quinto del ranking mundial, a espaldas de Noruega -76 por ciento de chicas adentro-, Suecia, Islandia y Brasil. «Ésta
es una votación democrática», dice Hintze, el fundador. «Nosotros no influimos en nada».
Para sumar a la polémica, a la línea divisoria donde Robert y su socio Greg Hodge, director de la compañía, dividen con gusto agraciados de desgraciados, lanzaron un flamante proyecto que ya levantó olas de críticas y adhesiones en medio planeta: el banco de espermas y óvulos de gente linda. El dúo maléfico del casting mundial confiesa que, al comienzo tuvo sus dudas, pero no la clase de dudas que supondría de si esto no significa llevar el asunto de la elite de bellos demasiado lejos, no señor. Ellos tenían serias dudas de si, los feos también deberían tener derecho a tener a un hijo bello. «Al comienzo dudábamos
si ofrecer este servicio a la gente que no era bonita. Pero todos, incluidos los feos, quieren traer hijos bellos al mundo, y no podíamos ser tan egoístas como para no compartir nuestros atractivos genes», confesó Robert. Según las cuentas que llevan los organizadores, de los 80 mil encuentros cercanos del tipo amoroso que se dieron entre sus miembros, surgieron 10 mil matrimonios y parejas estables que ya dieron origen a 600 bebés, como imaginará, tan resplandecientes como sus padres.
No importa que considere a Hinze y Hodge un par de vanidosos a la Ricardo Fort, esta gente concibió un fenómeno que dio en la tecla: cada día se suman más bellos a sus redes en todo el mundo -y, en mayor medida, cada vez
suman más rechazos-, tienen un reality propio en los Estados Unidos contando historias románticas de usuarios, y las productoras se disputan a sus miembros más votados para convocarlos en sus publicidades. La más célebre al momento es la modelo noruega, Katarina Basken, salida del sitio, hoy en portada de las revistas más prestigiosas. La CNN, la BBC, Good Morning America e Inside Edition ya le dieron coberturas especiales al boom. «Somos la comunidad de gente linda más larga del mundo», se vanagloria Hodge, el director, en charla telefónica con Puntodom. «Esto crece a cada momento».
-¿Pero no cree que con esto del banco de óvulos y espermas se pasaron un poco de la raya?
-Al contrario. Lo hicimos a pedido. Desde que iniciamos este proyecto en 2002, cada vez más gente nos pedía y requería a nuestros miembros para que se convirtiera en donantes. Nosotros buscamos convertir esto en un fenómeno a escala mundial. No te olvides que los padres que buscan donantes, lo primero que solicitan es que el candidato sea atractivo. Es el primer requerimiento. Después siguen todos los demás.
-¿Y a cuánto cotiza el esperma de un galán del sitio?
-Esto no es un negocio. Nadie comercializa su esperma ni sus óvulos. Beautiful People no vende este servicio. Simplemente lo que hacemos es facilitar el contacto entre los usuarios que están dispuestos a convertirse en donantes y las redes de bancos de fertilidad de todo el planeta. Nosotros prestamos la plataforma para que se conozcan donantes y futuros padres.
-Si tiene que decir, qué es lo más importante que se necesita en esta vida para ser feliz, ¿qué diría?
-Mmm. Qué pregunta difícil. Ya sé. Amor. Se necesita, sobre todo, amor.
-¿Existen usuarios de Beautiful People que se convirtieron en estrellas de Hollywood?
-Estrellas aún no, pero cada vez son más los miembros que hicieron campañas como modelo o fueron contratados como extras de largometrajes y series de televisión, además de spots publicitarios. Tenemos muchos éxitos donde buena parte del crédito le corresponde a un usuario nuestro.
-Ahora tiene su banco de esperma y óvulos. ¿Qué sigue en el futuro?
-Como bien sabrás, estamos haciendo un show de tevé en los Estados Unidos con mucho rating y es un concepto que pretendemos lanzar en versiones locales a lo largo del mundo. Pero la verdad que como proyectos, nos gusta mantener el espíritu que dio origen a todo esto. Es decir, que nuestros miembros se enamoren, formen familias y tengan hijos bonitos. Así que nuestro futuro es consolidar nuestro presente.
-En la Argentina solemos creer que tenemos a las mujeres más bonitas del mundo, ¿está de acuerdo en esto?
-Es muy cierto. Los argentinos están convirtiéndose en los más lindos del mundo. En 2010 están llegando a figurar entre los países de más aceptación. Ahora no tengo las últimas estadísticas conmigo. Sé que los primeros son Noruega y Dinamarca. Y que tu país y Brasil están peleando palmo a palmo entre los primeros del ranking.
-Una última pregunta, ¿no cree que muchas veces la gente fea posee cierta belleza?
-Sin duda, comparto totalmente eso. Sin embargo, todos queremos estar cerca de alguien que sea
atractivo. Uno siempre tiene el sueño de pertenecer a un entorno de gente linda. La atracción que ejerce la belleza es una fuerza poderosa en este mundo.
En la Argentina, tal como señala Greg, la red social de bonitos se contagia más rápido que bacilo de la gripe. Este cronista se paseó por la lista de los usuarios más recientes para conocer, de primera mano, si los lindos, tal como los concibe Greg y Robert, son verdaderamente lindos. Así tuvo este pantallazo argento: a un tal Tincho Landin, que posa en malla, con físico de bañero de Costa Atlántica le dieron 5.30. Una mujer llamada Adriana, con aires a Catherin Fulop, obtuvo 5,36. A Gonzalo, ojos claros, oleaje de fondo, pinta de galán de telenovela y mirada romántica clavada en el horizonte, lo calificaron en 6,08. Mientras que a un tal Ricky Rich de traje, camisa desabrochada y cierta brisa a Brad Pitt, le subieron a 8.09. Raro el criterio de todas formas: a una rubia explosiva de
flequillo le dieron 5,96, mientras que a Cris, otra enrulada y de dientes de caballo le regalaron un 8,69, el mejor puntaje para una postulante nueva.
«Yo empecé en el sitio como un desafío entre amigos y después me gustó y me quedé», dice un ingeniero electrónico local, de 28 años, apodado. Facha. «Es que la belleza es adictiva y escalonada. Conocés a una chica hermosa de 8 puntos y después querés ver a la de nueve. Y hasta la de diez, no parás». «Yo conocí varios usuarios, se supone que era una afortunada porque siempre estaba bien calificada», recuerda Laura, ex instructora de yoga, «pero eran todos unos pavos. Mucha gente le dedica tanta atención a la belleza y deja atrás todo lo importante».
Ya se lo advertía el zorro al Principito, en la fantástica novela de Saint Exupery. «Lo esencial es invisible a los ojos», decía el zorro. Y a internet también.

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Controversia
Por Dr. Sergio Pasqualini
Si los padres son lindos hay más chances, pero no garantías. La selección natural es el proceso por el cual Individuos con ciertas características que son ventajosas a la reproducción en un ambiente específico dejarán más descendencia, incrementando así la proporción de sus genes en la población a lo largo de las generaciones. Entendiendo a la sociedad moderna como ese ambiente específico no es posible negar que en muchas ocasiones ciertos estereotipos físicos significan condiciones más ventajosos que otros. Sin embargo, esto no es selección natural, hay una voluntad de una pareja o mujer con una patología específica que desea tener un hijo y, por lo tanto, otras variables entran en juego. Ell fundador del portal declaró que los motivos de prestar su plataforma para futuros padres de gente «linda»es algo así como darles oportunidad a las personas «feas» a procrear hijos «lindos» Siendo que el sentido de estos conceptos es tan variado como la cantidad de personas que intentan definirlos, se denota aquí una controvertida y clara intención de generar una acción de marketing. La experiencia indica que las parejas que acuden a la donación de gametos para lograr el embarazo buscan un tipo físico lo más similar posible a los miembros de la pareja. Esto significa que, en la práctica, el concepto de lindo-feo no entra en juego, siendo desplazado por el de perpetuar la especie y continuar con la línea de rasgos naturales que componen la familia y la herencia.
´Director de Halitos Instituto Médico

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La imposición de ser bellos.
Por Iris Pugliese
La sociedad argentina valora mucho la imagen, y las personas tienden a juzgarse a sí mismas por cómo creen ser vistas por los demás. Los parámetros de belleza son típicos de una sociedad y una época. Mientras que en la antigüedad, ser gordito era símbolo de status social, hoy la obligación es ser muy delgado. Los hombres buscan adaptarse a los ideales estéticos del tiempo en el que viven, y cuanto más responda su cuerpo a ellos, mejor se sentirá. Cuando la búsqueda de la belleza se convierte en obsesiva, la persona tiende a masticar ideas sobre esa fealdad y puede llegar a creer que eso le impide tener un matrimonio estable, acceder a un mejor trabajo o tener más amigos. Eso sucede porque la persona piensa que la belleza es determinante para traer el éxito, y en ello se basa su relación con los demás. Esta disconformidad es localizada sobre todo en el rostro porque es asiento de la identidad.
Existe una fealdad imaginaria, un disgusto consigo mismo y recurren a sucesivas operaciones plásticas porque creen que es la manera de salvarlo. En ocasiones, esta patología, llamada dismorfofobia, no es identificada como un problema mental, y el paciente recurre al cirujano en lugar de ir al psicólogo o al psiquiatra. Si el cirujano está entrenado con la patología lo va a derivar en un tratamiento psicológico, porque el paciente no debe buscar la solución en el quirófano. Directora del Centro Psicoanalítico Argentino.

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«SOY UN MAGRO 4,56´
Por María Florencia Pérez
Alguien tenía que ser el conejillo de Indias de Puntodom y me tocó a mí. Había que ingresar a esa reserva virtual de bellos que es Beautifulpeople.com y experimentar el «privilegio de pertenecer» o la humillación del rebote feroz. Hubiera preferido usar un doble de riesgo para el ego, pero no hay testimonio válido sin exposición. Mi única condición fue ponerme un seudónimo. La foto tenía que ser real para que también lo fuera el impacto de la evaluación. La elección de la imagen fue consensuada. Sugestiva, pero con poca producción. Nada de artificios, mucho menos Photoshop. Honestidad brutal y que disparen a quemarropa si una cotiza y cuánto en este mercado de los lindos que Internet proveyó. El arbitraje de los bellos más bellos me dio su beneplácito pero con una modesta calificación (3,72). A tres días de mi ingreso, y gracias al voto de unos veinte Adonis de los más recónditos rincones del planeta, soy un magro 4,56. Un serbio llamado Bojan, el noruego Reid y un ruso de nombre irreproducible son algunos de los artífices de mi ascenso social en esta estratificada puntocom. Quisiera agradecerles pero no puedo. Hace falta pagar una cuota que cotiza en euros para ponerse en contacto con ellos. Con ser bello no alcanza, también hace falta dinero para convertirse en mercancía intercambiable en el gueto de los lindos. En Beautifulpeople.com las leyes del mercado se radicalizan. Pertenecer tiene sus privilegios y unos costos que hay que pagar sin excepción.

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EN VEREDAS OPUESTAS
La modelo Pía Slapka y la actriz María Prommel hablan de su apariencia física. Confesiones de mujeres diferentes.
Ser lindo no es tarea fácil, lo viví en carne propia. Muchas veces te juega en contra, y si bien no somos víctimas, ocurre que la gente nos subestima por prejuicio. Esto ocurre porque la sociedad está muy mal educada, y gracias a eso todos corremos el riesgo.
Hace diez años que trabajo en el mundo
de la moda, y muchas veces sentí que me obligaban a mantener una estética que no tiene nada que ver con la realidad. Si eras modelo, antes te volvían loca por el peso, me llegaron a bajar de desfiles por tener dos o tres kilos de más, pero hoy no se acepta ni una arruga. Sin duda, una modelo tiene que estar muy bien de la cabeza para no tomarse en serio todas estas estupideces que nos quieren obligar a hacer. La belleza debería llevarse a otro plano, que no es el físico. Tampoco puedo negarlo, es cierto que la belleza abre puertas. Desde muy chica, la gente me trataba de un modo especial por tener el aspecto de modelito, y recuerdo que en la adolescencia a mis amigas las plantaban en las fiestas ¡era algo cruel!, eso a mí nunca me pasó. Igualmente, siempre supe que ser rubia o delgada no era un mérito, y en lo personal, lo viví como algo injusto porque uno no trabaja para tener el aspecto que le da la naturaleza. Hay mucha hipocresía relacionada con el tema, sería muy bueno que alguien me explique ¿qué persona es feliz operándose toda? Es una locura que todas las mujeres tengamos que vivir pendientes de las lolas, la cara, la celulitis… La sociedad es demasiado exigente, tanto con lo que cree «lindo» como con lo que llama «feo» Por mi parte, creo que preferiré envejecer con mis arrugas, aunque eso implique bajarme de la pasarela.
Una vez me invitaron al programa de televisión «Mañanas informales» con otras dos chicas, y en el video graph pusieron «Bellezas exóticas». Al leerlo les dije, «poné el living de las feas, si querés» no me importó lo que pensaran porque sé que la belleza pasa por otro lugar. El problema está en que los medios de comunicación generan mensajes equivocados, por ejemplo, con esos rankings que arman de «los más feos» o «los más extraños», taladrándole la cabeza a la gente joven con que deben seguir un modelo que, además, es riesgosísimo. Muchas chicas y chicos se mueren por bulimia, anorexia y depresión, al no encontrar un pantalón que les entre. Nadie está preparado para enfrentar esos valores errados, salvo que tenga una familia que le diga que le tiene que importar un huevo eso, si no terminás sintiéndote muy solo.
En mi adolescencia nunca me creí una persona fea. Sí lo pasé pésimo, pero como todo el mundo a esa edad, salvo que seas «la linda» del grado. Hoy es mucho peor porque ante las demandas de la sociedad, si estás en una etapa medio enclenque, terminas creyendo que tenés que ser rubia, pesar treinta kilos y ponerte las lolas, después nos sorprendemos cuando escuchamos que las chicas reclaman «que me las regalen la operación para el cumple de 15´.´ ¡Señores, paremos un poco! Al crecer, al revés de lo que algunos suponen, en el laburo nunca tuve ningún problema. En los doce años que llevo trabajando en la TV, siempre encontré mi lugar. De hecho, cuando empecé, en vez de embellecer mi personaje, pedía que me caracterizaran más, para exponerme desde el grotesco. ¡Me encantaba! Eso ayudaba a diferenciar mi personaje. Supongo que supe aprovechar esa estética a mi favor.

(Sitios y portales)