Según los registros, en la actualidad dos de cada 100 parejas sufre de esta disfunción sexual, en tanto en la Argentina, los sexólogos admiten que cada vez son más los casos que se presentan en los consultorios.
“Se llama matrimonios no consumados a la imposibilidad por parte de alguno de los miembros de la pareja para poder llevar a cabo una relación sexual completa. Esto es que no pueden tener relaciones sexuales o, si las tienen, no pueden realizar la penetración”, explicó a InfoBAE.com la Licenciada Beatriz Literat, especialista en disfunciones sexuales del Instituto Médico Halitus.
Generalmente, “el no consumado” significa que no puede producirse la penetración vaginal y esto obedecer tanto a causas femeninas o masculinas.
Muchas veces la pareja disfruta del juego sexual y hasta pueden llegar ambos al orgasmo, pero la introducción del pene en la vagina resulta imposible.
Cuando la causa es femenina generalmente se debe al vaginismo, que es la contracción involuntaria de los músculos que rodean la entrada vaginal. El vaginismo le dificulta también al médico la realización de exámenes ginecológicos.
Otras causas pueden ser las fobias sexuales -las que pueden presentarse por antecedentes de abuso sexual o falta de educación sexual- o a la presencia de un himen no perforado o de consistencia mayor que lo habitual, o de un tabique vaginal congénito.
En caso de que la causa sea masculina, puede deberse a eyaculación muy rápida -previa a la penetración- que no permite una erección suficientemente duradera, la desviación del pene, la falta de experiencia o el temor de lastimar a la compañera.
Los trastornos pueden alternarse en el tiempo o ser concomitantes, pero siempre se mantienen de a dos. Por ejemplo: cuando ella quiere, él no logra la erección; cuando él la logra, ella presenta una contracción de los músculos de la vagina; si ella pudo relajarse y vencer la fobia, él presenta una eyaculación a porta (antes de la penetración vaginal).
En todos los casos, este trastorno es una situación difícil y conflictiva para los miembros de la pareja, que a veces demoran años (10 o 20) en consultar y generalmente lo hacen cuando desean concebir un hijo. Muchos casos de infertilidad manifiesta, son en realidad MNC encubiertos.
“Existen más casos de lo que se supone y es difícil determinar la prevalencia en la población por la vergüenza que sienten las parejas que padecen la disfunción. Hay una enorme población oculta de pacientes que no saben adonde concurrir para solucionar este problema”, comenta Literat.
Es una situación que afecta a las parejas sin distinción de nivel cultural, social o económico. Literat agrega: “Por igual concurren al hospital como a la consulta privada, las parejas pueden ser analfabetas o profesionales universitarios”.
Hay parejas que intentan infructuosamente solucionar la disfunción con tratamientos psicológicos, consultas urológicas y ginecológicas, que pueden llevarles años.
El tratamiento sexológico soluciona este problema en un tiempo de dos a cuatro meses, en forma definitiva. Es sencillo y breve. Por lo tanto no vale la pena dejar pasar el tiempo mientras se sufre esta situación que en definitiva es de fácil solución.
Tamara Herraiz
tamaraherraiz@hotmail.com