«Hacía cuatro años y medio que estaba buscando. Perdí un embarazo a los dos años y medio de búsqueda, y ahí descubrí que tenía problemas para llevar adelante una gestación en forma natural. De ahí en más, nunca dudé de que hasta que no tuviera un hijo no iba a parar», así cuenta Marisa Brel su lucha por tener un hijo. Tras seis tratamientos de fertilización asistida con resultados negativos, la séptima tentativa dio el resultado esperado, gracias al doctor Pasqualini y a su equipo médico. Hoy la columnista de Siempre listos y su marido, el director Carlos Evaristo, esperan el nacimiento del bebé para el 26 de noviembre.
-¿Cómo te animaste a hacer un tratamiento para quedar embarazada?
-El tema es animarse. Es duro, pero cuando las ganas de ser mamá son fuertes, no hay límites. Hice seis tratamientos in vitro y viví frustración tras frustración. Cada vez que el test salía negativo, decía: «Hasta acá llegué. No puedo más», pero a los días volvía a intentarlo. (…)
-¿En qué consiste el tratamiento?
-Es una sobreestimulación para que tu organismo pueda producir muchos óvulos. En general, una mujer en un mes da un óvulo o dos, la que queda de mellizos. Pero te estimulan los ovarios para que den más de un óvulo, los sacan cuando están maduros y los juntan con los espermatozoides, uno por uno. Es un método que se llama ICSI, el más nuevo que hay. Cuando se forman los embriones te colocan dos o tres, y una vez que están en el útero sólo resta esperar. Es decir, como si lo hubieras buscado en forma natural, con una relación sexual, y tenés que ver si prende o no. Hoy estoy embarazada como cualquier mujer, pero fue muy fuerte en lo emocional y en lo físico, porque te dan tres inyecciones diarias durante un mes, además de medicación oral. (…)
Este bebé es de un embrión congelado, porque mi último tratamiento fue en noviembre y ahí quedaron doce embriones. Entonces me puse tres y no me prendió ninguno. El 9 de marzo me volvieron a colocar tres y prendió el que tengo en mi panza creciendo. Este embarazo casi lo pierdo también, porque los primeros meses tuve pérdidas e hice reposo absoluto. (…)
-¿Cómo te imaginás como mamá?
-Muy protectora. Mi marido tiene un hijo, Matías de 11 años, y lo amo como si fuera mío. Tengo una ahijada de la que estuve cerca desde que nació y otra nueva, Valentina. Con ellos me siento mamá. Por eso, me veo canchera llevando a mi bebé a la radio de Tinelli y a la tele.
