BUENOS AIRES (Télam) — La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se inicia hoy, hará hincapié este año en la necesidad de garantizarla en las maternidades y de enfatizar la difusión de sus beneficios para la salud del bebé.
Las metas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen una política por escrito, relativa a la lactancia materna que, sistemáticamente se debe poner en conocimiento de todo el personal de atención de la salud.
Sostienen que también hay que informar a las embarazadas de los beneficios que ofrece la lactancia materna y de la forma de ponerla en práctica.
«No debe darse a los recién nacidos más que la leche materna, sin ningún otro alimento o bebida, a no ser que estén médicamente indicados, y facilitar la cohabitación de las madres y los lactantes, durante todo el día», indica la OMS.
También sostiene que debe fomentarse la lactancia materna libre a la demanda del lactante, no darle a los niños alimentados de ese modo tetinas ni chupetes artificiales y establecer grupos de apoyo a la lactancia materna, procurando que las madres se pongan en contacto con ellos a su salida del hospital o clínica.
Gustavo Sager, especialista consultor en Pediatría, explicó que una mujer produce aproximadamente 75 centímetros cúbicos de leche por día y que se estima que el bebé toma 30.
«La leche materna ayuda al desarrollo del sistema nervioso central del bebé y de su estado inmunológico, dado que la madre traspasa a su hijo linfocitos o células que defienden al organismo contra gérmenes con los que ella tuvo contacto, y son esos linfocitos los que generan, a su vez, anticuerpos en el niño», explicó.
En igual sentido, Ana Pedraza, jefa del Servicio de Neonatología de la Maternidad Suizo Argentina, destacó la importancia de la lactancia materna «debido a que las prácticas de alimentación complementaria son frecuentemente inoportunas, inadecuadas o inseguras».
Además, señaló que los sucedáneos de la leche materna son sustitutos caros de la alimentación natural, de inferior calidad y una gran mayoría de las madres pueden y deben amamantar, de la misma manera que la gran mayoría de los lactantes pueden y deben ser amamantados».
Ventajas.
La ginecóloga Karina Fraga, integrante del Instituto Halitus, destacó que la mamá que elige amamantar verá que las ventajas no sólo son para su bebé, sino para ella y para el vínculo que se establece entre ambos.
Fraga indicó que el bebé se beneficiará integralmente tanto en un mejor desarrollo físico como psicológico.
«La leche materna transfiere los anticuerpos de la mamá al bebé que son los que ayudan a combatir enfermedades y estimula un crecimiento y desarrollo adecuado además de prevenir la obesidad».
«También trae beneficios para las mamás, porque las hormonas que se producen por la estimulación que el bebé le da al pezón previenen hemorragias y anemias y son las responsables de la retracción uterina», puntualizó.
La lactancia implica un gasto energético adicional que favorece la reducción del sobrepeso y reduce la incidencia del cáncer mamario.
Respecto de la anticoncepción, Fraga sostuvo que el estímulo que la mamá recibe por la lactancia habilita procesos hormonales que suprimen la ovulación, funcionando como un método anticonceptivo natural, siempre y cuando el bebé tome pecho exclusivamente, no se presente menstruación y con un bebé de seis meses o menos.
Veinte añoso.
Este año se conmemora el 20º aniversario de la Declaración de Innocenti, realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Italia, en 1990, cuando convocó al mundo a cumplir con la lactancia materna.
Fuente: La Nueva Provincia