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Por: La Prensa | 02/05/10

Cuidados antes, durante y luego de un embarazo


Para lograr un embarazo se deben dar varios factores, tanto de la mujer como del hombre. Uno de los factores es el endocrino. Diversas alteraciones endocrinas pueden interferir en el alcance de un embarazo, por ejemplo, la función de la tiroides, cambios en el peso, elevación de prolactina y alteraciones del ciclo menstrual. La anovulación crónica, por ejemplo, tiene una incidencia de aproximadamente el 25 al 30% y el factor masculino -sólo o asociado- entre el 35 al 40%. "Las hormonas que requieren especial atención a la hora del desarrollo de un embarazo, son las tiroideas y la insulina (glucemia) porque pueden alterar el crecimiento y desarrollo del bebé. Además, si bien no requiere control durante el embarazo, la prolactina juega un rol fundamental a posteriori al momento de la lactancia", expresa la doctora Lara Miechi, médica endocri-nóloga del departamento de Endocrinología de Halitus Instituto Médico.

La glucemia es el azúcar en sangre y durante el embarazo, se realizan controles de rutina para evaluar el riesgo de diabetes. «Toda
mujer con factores de riesgo debe buscar el diagnóstico de diabetes gestacional durante el embarazo. Este tipo de diabetes aparece luego de la semana 20, es por eso que debe estudiarse en ese momento la glucemia en ayunas. Si este estudio da valores normales debe llevarse a cabo la prueba de tolerancia oral a la glucosa entre la semana 24 y la semana 28 y si este estudio da normal y la mujer no presenta factores de riesgo, puede descartarse la presencia de diabetes gestacional», precisa Miechi.
Si el estudio muestra en cambio un resultado patológico o si da normal pero la mujer presenta factores de riesgo, debe repetirse entre la semana 31 y la semana 33 del embarazo. Si la mujer presenta diabetes gestacional debe recibir el tratamiento adecuado.
Es importante destacar que el 30% de las mujeres con diabetes gestacional requiere de insulina durante la gestación. Luego, la mayor parte de estas mujeres vuelven a presentar valores normales y no padecen diabetes. Sin embargo, poseen un 40% de probabilidades de volver a desarrollarla en un nuevo embarazo.
Asimismo, la endocrinóloga, sostiene: «Las mujeres que están bajo tratamiento por diabetes y deciden buscar un embarazo deben saber que es muy importante la programación del embarazo porque para el momento en que una mujer diabética descubre que está embarazada -cuando le faltó la menstruación- ya lleva 20 ó 25 días de gestación
y en esos días ya empezó la génesis del embrión. Los valores glucémicos elevados pueden provocar malformaciones del bebé. Si está controlada, la mujer puede quedar embarazada porque no implica riesgo para el bebé. De esta forma, la posibilidad de malformaciones se reduce hasta un 1 % y la mortalidad fetal a alrededor de un 2%».
Prolactina
La prolactina es una hormona que se produce en la hipófisis. Puede elevarse por diversas causas y de ese modo interferir con el eje reproductivo y alterar la función ovárica. Según Miechi, «tener valores elevados de prolactina se puede manifestar con alteración en el ciclo menstrual y galacto-rrea (secreción inapropiada de sustancias similares a la leche)».
Para lograr un embarazo es importante su buen funcionamiento. «Durante el embarazo los valores de prolactina se elevan por los cambios hormonales que se producen durante los nueve meses y luego del parto, persisten elevados por el estímulo de la lactancia ya que tienen un rol fundamental en la producción de la leche», indica la experta.
La tiroides es una glándula endocrina cuyo funcionamiento es importante fundamentalmente durante el primer trimestre del embarazo porque en ese período la madre le traspasa las hormonas tiroideas al bebé para su desarrollo y crecimiento. «Es por ello que es indispensable el control de la función tiroidea antes, durante y
después del embarazo», subraya.
Para aquellas mujeres que ya presentan hipotiroidismo, que es cuando hay poca hormona tiroidea, es importante continuar con el tratamiento y realizar control de la dosis de la medicación durante los nueve meses y en el postparto. «También puede producirse una leve alteración de la función tiroidea -el hipotiroidismo subclí-nico- que es importante diagnosticar y tratar en el embarazo dado que es una entidad bastante frecuente que puede ser causa de abortos recurrentes más que de esterilidad», añade la especialista.
En tanto, el hipertiroidismo sucede cuando existe una alta producción de hormonas tiroideas, también suelen presentarse alteraciones del ciclo menstrual y riesgo de pérdida de embarazo, por eso se recomienda primero tratar el hipertiroidismo y después buscar el embarazo. «De quedar embarazada, los controles son mensuales y con el endocrinólogo. El tratamiento ideal para el embarazo no se encuentra en el país pero contamos con una medicación que se puede continuar dando a dosis mínimas. Es fundamental también controlar bien al bebé, porque los anticuerpos que produce el hipertiroidismo en la madre suelen atravesar la placenta y provocar un estado similar en el bebé, con retardo en el crecimiento intrauterino y manifestaciones cardiovasculares», menciona la médica.
Por ultimo, también es importante mencionar el cáncer de tiroides. «Las pacientes que tienen diagnóstico previo y han realizado tratamiento con yodo radioactivo no deben embarazarse por 6 a 12 meses. Ya las pacientes diagnosticadas durante el embarazo se les realiza el tratamiento quirúrgico durante el segundo trimestre o se aguarda hasta el post parto, evaluando siempre riesgo y beneficios», argumenta la endocrinóloga.
Así, los controles durante el embarazo en general deben realizarse cada dos meses y durante el postparto a los 45 días. Es indispensable consultar con el especialista al conocer la noticia del embarazo^y el trabajo multi-disciplinario

(Salud)