Criopreservación de semen, una alternativa para el paso del tiempo - Halitus Instituto Médico - Líder en tratamientos de Fertilización asistida

Mundo Halitus

Inicio - Mundo Halitus - En Los Medios

Por: docsalud.com | 09/07/11

Criopreservación de semen, una alternativa para el paso del tiempo


Se calcula que el 20% de las parejas en edades aptas para concebir padece algún tipo de infertilidad y que el 40% de las causas pueden ser masculinas. Así lo reveló el doctor Sergio Pasqualini, director del Instituto médico Halitus en diálogo con DocSalud.com. A su vez, informó que al 2% de las consultas que reciben, les corresponde un diagnóstico de azoospermia, es decir, la falta de espermatozoides suficientes en el eyaculado. Para estos casos, la criopreservación de semen, donde las muestras se fraccionan al máximo, suele ser la mejor opción.

“Hasta hace no mucho tiempo se creía que la edad no influía en la calidad de los espermatozoides, pero durante los últimos tiempos, diversos trabajos científicos demostraron que este parámetro sí ejercía un impacto sobre ellos”, relató Pasqualini para luego agregar que la dificultad en lograr un embarazo también se incrementa en los tiempos modernos, porque las parejas “optan por retrasar la paternidad, ya sea por razones laborales o sociales”. Pero en lo referente a varones, existen diversos agentes médicos que pueden ser el origen del problema. Entre ellos se hallan las alteraciones anatómicas o funcionales para la realización del coito, varicocele (várices en las venas que irrigan los testículos), infecciones y factores ambientales o inmunológicos, entre otros.

Un buen diagnóstico de las causas de la infertilidad es “un paso fundamental” para llegar a un tratamiento adecuado, relató el especialista. Además, la evaluación del hombre es más sencilla que la de la mujer, ya que sus órganos sexuales están fuera del cuerpo y la obtención de una muestra de semen se realiza con facilidad. De todas formas, el primer paso durante la consulta inicial de la pareja es el interrogatorio. “Se indagará tanto al hombre como a la mujer sobre edad, estado de salud, operaciones o enfermedades mayores, infecciones urinarias o de transmisión sexual”, relató.

En un primer análisis del varón, el andrólogo examinará el tamaño de los testículos, su consistencia, la vía espérmica y la presencia de bultos o varicocele, una de las causas más frecuentes de infertilidad masculina. Para completar la consulta, se solicitará un espermograma, un estudio que permite observar la cantidad, movilidad y forma de los espermatozoides. El resultado es capaz de detectar azoospermia, o la falta de ellos durante el eyaculado, y “sus causas pueden ser tanto obstructivas como secretoras, cuando el testículo produce una cantidad baja de esperma”, relató el especialista. Si el problema es visto se debe recurrir a una biopsia.

“Las tasas de sobrevida de jóvenes afectados por distintos tipos de cáncer se han incrementado debido a los avances médicos y los oncólogos trabajan cada día más en forma multidisciplinaria con especialistas en fertilidad para criopreservar muestras antes de someter a los pacientes a tratamientos que puedan comprometer su capacidad de ser padres en el futuro”, reveló el experto en referencia a que la azoospermia suele aparecer tras la radiación.

Criopreservación de semen, una alternativa

La forma actual de conservar las muestras es fraccionarlas de la mayor manera posible mediante pajuelas o pastillas. De esta manera se criopreservan de cuatro a seis espermatozoides en microgotas bajo una capa aceitosa y sobre un recipiente de cultivo que se cubre, se envuelve con un film plástico y se almacena horizontalmente en un tanque de nitrógeno líquido. Mediante el método, Pasqualini relató que luego del descongelamiento, el laboratorio del instituto reportó de un 90 a 100 % de recuperación de la toma original. “Si bien este proceso todavía no es de uso masivo, hemos obtenido importantes resultados”, señaló el especialista.

Sin embargo, años atrás, esta manera de almacenar no era todavía conocida, las muestras eran guardadas en un tubo y, por ende, no estaban muy fraccionadas. Para evitar el deterioro y la vulneración de la viabilidad del esperma durante el descongelamiento y recongelamiento, se recurre a una técnica llamada “scrapping”, en la que se realiza un raspado superficial de la toma. “Nuestro biólogo, Carlos Quintans halló en este proceso una variante de aprovechamiento de una sola muestra para su eventual uso posterior. Tomó el tubo con una pincita para evitar transmitir el calor y derretirla y, con una espátula muy fina, raspó en la superficie. Después examinó cada pedacito y al obtener los espermatozoides necesarios, dejó de raspar y volvió a guardar el contenido congelado en el tanque de nitrógeno. De esa manera, esa toma original de semen puede usarse en diversas ocasiones”, relató el experto.

Halitus presentó en 2009 un trabajo sobre criopreservación de semen y el empleo del “scrappping” en la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida. “Brindar difusión sobre los avances en la materia es importante, en especial para los casos oncológicos”, enfatizó Pasqualini. Sin embargo, relató que no se puede congelar en todos los casos y que hay pacientes que requieren un tratamiento tan rápido que el tiempo no permite salvaguardar una muestra. Aún así, el médico enfatizó en la importancia de evaluar la situación particular, ya que “el efecto de la quimioterapia en el esperma no es instantáneo y en ocasiones, aunque se haya comenzado el tratamiento poco tiempo antes, puede evaluarse la posibilidad de guardar una muestra”, relató. Por ese motivo, el experto recomendó no dejar de consultar para analizar todas las opciones disponibles para cumplir con el objetivo de tener un hijo.

Fuente: docsalud.com