La consulta sexológica se suele postergar o evitar. Fuimos formados en una sociedad que carece de una educación sexual establecida y aún no creemos que la sexualidad sea un tema de salud, que puede plantearse y solucionarse en un consultorio médico.
Es necesario visitar un especialista cuando existen diferencias entre las propias posibilidades y lo que la pareja quiere, lo que produce un gran malestar en ambos. Por ejemplo:
* Si existen dudas sobre la propia actividad sexual y uno se siente diferente a lo que cree que le sucede a otras personas.
* Cuando uno, la pareja o ambos no se sienten satisfechos uno del otro.
* Cuando se tenía un desempeño determinado y ya no.
* Cuando, a pesar del tiempo transcurrido y la terapia psicológica, el problema no se soluciona.
* Cuando se quiere tener una información teórica sólida para dar respuestas a los propios hijos, entre otros.
* Cuando se presenta una disfunción sexual: cualquier alteración de la función normal, como la falta de deseo, la dificultad para excitarse, la disfunción eréctil, la falta de orgasmo y la ausencia de control en la propia eyaculación.
* En la primera entrevista los pacientes relatan al sexólogo el motivo que los llevó a la consulta. Es importante que haya empatía, comodidad y profesionalismo entre ambos. Si hiciera falta, el profesional va a solicitar los estudios y pruebas clínicas necesarias para el diagnóstico.
* Se da una conversación donde el profesional se transforma en intérprete de todo lo que el paciente desea expresar y no puede, muchas veces por carecer de un vocabulario adecuado.
* Al principio los pacientes tienen vergüenza y mucha inseguridad o hablan a borbotones y se van del tema. Por eso, la experiencia del profesional es muy importante para ayudarlo a salir de su confusión, a establecer prioridades y a desdramatizar situaciones.
* No es una consulta psicológica. Si bien el sexólogo debe manejar muy bien la psicología de los pacientes y tener conocimiento de ciertas técnicas, la consulta sexológica posee sus propias técnicas para el tratamiento de las disfunciones.
* Además del diálogo, se incluyen trabajos corporales a través de ejercicios en pareja o en solitario. Por eso, los tratamientos sexológicos son breves y efectivos.
* Brinda educación sexual y orientación a los pacientes.
* Los ayuda a salir del drama y poner las cosas en su justa perspectiva.
* Refuerza la idea de no mezclar la sexualidad con otras situaciones de la pareja durante el tratamiento.
La consulta nos permite también trabajar sobre otras situaciones vinculares que ejercen influencia sobre la vida sexual, como por ejemplo: luchas por el poder, personalidades muy temperamentales, historias familiares negativas y desbordes durante la época de la crianza de los hijos. Otro aspecto importante es cuando las parejas que no pueden concebir están realizando un tratamiento y su sexualidad se vuelve mecánica.
Fundamentalmente, se aprende a comprender la función propia y del compañero y los recursos para tener una vida más plena.
Por la doctora Beatriz Literat, médica sexóloga clínica y ginecóloga, Halitus Instituto Médico.
Fuente: Entremujeres.com