Los alimentos producidos en forma industrial, que poseen agroquímicos como pesticidas y herbicidas, aditivos, colorantes y aromatizantes, y especialmente los alimentos procesados, las conservas y los alimentos de origen animal corno carnes, lácteos y pescados pueden incidir sobre la fertilidad.
¿Cómo y por qué?
Se acrecienta la cantidad de estudios científicos que evalúan los efectos de la contaminación en todas sus formas sobre la fertilidad y en ese mismo sentido, crece día a día la evidencia científica de la relación directa que existe entre la disminución de la calidad del semen y óvulos y la exposición a químicos.
Suele decirse que «somos lo que tornemos», y entonces la fertilidad puede verse afectada por la ingesta de sustancias con toxinas. ¿Cómo? Muchas de ellas pueden provocar desarreglos hormonales, atentar sobre la calidad de óvulos y espermatozoides (morfológica y genéticamente) y afectar el útero, o las trompas de Falopio, o incluso el testículo.
¿Cómo evitar el contacto con tóxicos?
Muchas veces es imposible evitar el contacto con algunos tóxicos presentes en el medioambiente, como por ejemplo las sustancias químicas que se encuentran en el hogar, en el auto, o tal vez en el trabajo. Sin embargo, hay cuestiones que se pueden manejar.
Los alimentos que perjudican.
Respecto de los alimentos, es posible limitar la ingesta de aquellos con altas dosis de agroquímicos, elegir alimentos naturales, no industriales, sin aditivos. Deberían evitarse grandes cantidades de conservas, especialmente las de lata y la comida pre cocida.
Reducir la ingesta de productos de origen animal (carne, pollo, cerdo) ya que incluyen pesticidas o herbicidas en la alimentación de los animales o contienen antibióticos u hormonas o productos utilizados para desinfección. Sin embargo, se los debe mantener en la dieta pero en menores cantidades.
Los pescados y mariscos suelen acu-mular tóxicos químicos presentes en el mar por lo que también deberían ser incorporados en menor cantidad.
Además, hay que saber que muchas veces, la ingesta de productos que contienen, por ejemplo, pesticidas, incluyen una sustancia que hace que el organismo la confunda con hormonas y puede afectar durante el embarazo al desarrollo del testículo o los ovarios del embrión. Entonces, no solamente es importante cuidar la alimentación durante la búsqueda sino también durante el embarazo mismo ya que los tóxicos que afectan la fertilidad también pueden incidir en el desarrollo de ese bebé por venir no solo provocando anomalías genéticas, desde el inicio, sino tal vez incluso que aparecerán luego, con el crecimiento (autismo, trastornos del desarrollo, etc.).
Ahora bien, muchísimas personas van por la vida expuestas a niveles normales de tóxicos y se embarazan naturalmente: Lo fundamental es intentar evitar el exceso de exposición o la exposición a altos niveles de dichos tóxicos.
Y el estrés?
Incluso el estrés puede afectar también tanto la fertilidad como el embarazo y es absolutamente evitable. Para disminuir los niveles de estrés que pueden resultar tóxicos, todas las actividades que se di-rijan a eliminarlo o reducirlo (como la acupuntura, yoga, masaje bioenergética, técnicas de mind fulness, meditación, visualización, sincronizadores cerebrales, etc.) y que tiendan a generar drogas endógenas que mejoren el funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo (endocrino, psicológico, neurológico, inmunológico) son también recomendables para así crear un ambiente libre de tóxicos dentro y fuera del cuerpo.