Los abortos espontáneos y otras dificultades del embarazo, como el retardo del crecimiento fetal y el desprendimiento de placenta, son trastornos muchas veces ligados a un factor hematológico de la mujer, relacionado con sutiles cambios en la coagulación de la sangre. Si no se realiza un tratamiento adecuado, este problema tiene una alta probabilidad de volver a repetirse en sucesivos embarazos.
El Departamento de Hematología e Inmunología de la Reproducción del Instituto Halitus de Buenos Aires, realizó un estudio científico que determinó que esas mismas características hematológicas se presentan
también en aquellas mujeres que han tenido intentos fallidos de fertilización asistida como fecundación in vitro e ICSI (Inseminación Intracitoplasmática).(…)
“Cada vez que un tratamiento de fertilidad asistida no resulta exitoso –dice el doctor Sergio Pasqualini, director médico de Halitus- esto nos impulsa a diagnosticar y conocer mejor a la pareja. Así es como se han hecho en los últimos tiempos importantes descubrimientos vinculados con el proceso de fecundación del ovocito, el desarrollo del embrión y la implantación en el endometrio”.
El factor sanguíneo en el embarazo
Desde las etapas tempranas del embarazo, es fundamental que haya una adecuada irrigación en el sitio de implantación del embrión. El endometrio debe estar preparado para establecer un “diálogo químico” con el embrión y permitir la anidación. (…)
Si la mujer presenta algún factor en su sistema circulatorio que dificulte una buena irrigación, esto podría ser la causa de fallas reproductivas y, en caso de embarazo, de complicaciones en la gestación que hasta no hace mucho eran todavía inexplicables.
Entre estos problemas figuran las pérdidas embrionarias antes de las diez semanas de gestación, la muerte fetal del segundo y tercer trimestre, el retardo del crecimiento intrauterino y el desprendimiento de placenta. (…)
“En los últimos años –explica la doctora Adriana Sarto, a cargo del Departamento de Hematología del Instituto Halitus- se detectaron ciertas alteraciones en el equilibrio de la coagulación de la sangre, denominadas trombofilias, que afectan la irrigación de la placenta y dan lugar a algunas de las patologías mencionadas. La trombofilia es una tendencia a la hipercoagulabilidad. A veces se asocian con un riesgo aumentado de enfermedad tromboembólica en el embarazo y el puerperio, y de trastornos vasculares en la placenta, lo que dará un pronóstico gestacional poco favorable”.
La investigación
“En nuestro instituto –agrega Sarto- hemos estudiado a más de 600 pacientes y la probabilidad de hallar un factor trombofílico en mujeres con fallas de implantación en fertilización asistida o problemas gestacionales es alta. En mujeres con aborto recurrente inexplicable encontramos marcadores trombofílicos en más del 80%. En complicaciones gestacionales, como el retardo de crecimiento fetal y el desprendimiento de placenta, la prevalencia es de alrededor del 60%. Estos datos coinciden con los de otras investigaciones a nivel internacional”. (…)