“Ser único e irrepetible es un derecho que todos los seres humanos tenemos. Por lo tanto, es fundamental que los padres ayuden en este proceso con los niños gemelos o mellizos, ya que no se les debe reforzar más la identidad, porque es insistirles en algo que ya viene por sí solo. Lo que se debe hacer es crearle a cada uno un mundo distinto, de independencia”, indica Casas.
Según Sergio Pasqualini, ginecólogo especialista en fertilidad y Director de Halitus Instituto Médico de Buenos Aires, aunque los gemelos vienen cargados de una genética idéntica, a partir de cierto punto de su vida intentarán separar y marcar diferencias en la personalidad y carácter en una afirmación de su propia individualidad.
“Durante la niñez, el vínculo genera conductas diferentes pero complementarias en beneficio de ambos; el cual no tendría lugar si se comportaran ambos miembros de la misma manera”, explica el especialista Pasqualini.
Ahora bien, aunque existen muchos mitos acerca de los gemelos o mellizos en cuanto quién es el mayor de los bebés, el médico Pasqualini afirma que es el primero que nace.
“La secuencia en el nacimiento puede dar lugar a algunas excentricidades: pueden ser gemelos nacidos en días diferentes (uno de ellos nacido pasada la medianoche) y hasta en diferente año: si un nacimiento ocurre el 31 de diciembre y el otro en enero del año posterior. Sin embargo, no se ha comprobado que el que nace segundo fue gestado primero ni viceversa”.
De lo que sí están seguros los especialistas es que genéticamente son iguales y pueden tener predisposiciones para contraer una enfermedad. Sin embargo, no solo está la parte genética, sino también la ambiental.
“Ambos podrían padecer las mismas dolencias. Estas podrían aparecer en diferentes momentos, o quizá nunca para alguno de ellos. Naturalmente, de niños comparten mucho tiempo y espacios juntos, con lo cual son más susceptibles de contraer las mismas enfermedades casi simultáneamente (que no necesariamente tienen un motivo genético, sino más bien la proximidad con la que se desarrolla su vida). A medida que crecen y viven vidas más separados, esta sincronía en los padecimientos son más raros”, dice Pasqualini.
Fuente y nota completa: abcdelbebe.com