Louise Brown fue el primer bebé nacido bajo Fertilización in Vitro, un 25 de julio de 1978. Desde entonces las técnicas de FIV han ido avanzando con el objetivo de incrementar la cantidad de ovocitos y en consecuencia el número de embriones, para poder compensar las ineficiencias de esta técnica.
Para los pioneros de la fertilización in Vitro hace 30 años, era indispensable lograr la máxima estimulación ovárica para producir suficientes ovocitos para compensar los procedimientos relativamente ineficientes del laboratorio. Hoy, estos paradigmas han cambiado y se recurre más a la estimulación moderada, al ciclo natural y a la vez, se enfrenta un nuevo desafío: reducir la cantidad de embarazos múltiples sin restarle posibilidades a la pareja. Así, el éxito de un tratamiento está fuertemente ligado a la evolución de los tratamientos y es el motor para lograr el nacimiento de un único bebé sano y a término.
“El ciclo normal de la mujer marca que una mujer desarrolla cada mes un óvulo, sólo uno, de los tantos folículos que al comienzo del ciclo comienzan a desarrollarse. Entre el sexto y séptimo día de desarrollo uno de esos folículos toma el lugar dominante e impide el desarrollo de los demás convirtiéndose en el único que llega al momento de la ovulación.
En los tratamientos de fertilización asistida convencionales, se suelen utilizar diferentes dosis de hormonas para lograr mayor cantidad de óvulos disponibles para intentar la fertilización y así tratar de transferir al útero más de un embrión y se lleva a cabo un monitoreo para comprobar la respuesta a la medicación administrada.
Estos controles permiten ajustar la medicación en función de la respuesta y determinar el mejor momento para realizar la punción de los ovocitos. En cambio, en el caso de un ciclo sin medicación, se utiliza el único óvulo que la mujer produjo en ese mes para intentar la fecundación sin utilizar hormonas para estimular el desarrollo de los folículos”, explica el Dr. Sergio Pasqualini, Director de Halitus Instituto Médico.
Ventajas
– El tratamiento resulta menos costoso que el FIV o ICSI convencional porque no se utiliza la medicación que suele usarse en esas técnicas. “Por otro lado, en nuestro instituto este tipo de tratamiento tiene un valor menor completando el pago si es que se logra el embarazo, es decir, es contra el resultado”, sostiene el Dr. Sergio Pasqualini. Se calcula que los costos por ciclo natural son el 20 al 23% de los costos de los ciclos estimulados.
– No existe riesgo de embarazo múltiple de alto grado por lo cual muchas veces es una buena alternativa para casos en lo que por razones de salud está contraindicado el embarazo múltiple. En los ciclos con estimulación mínima la principal reducción en costos es por la reducción de embarazos múltiples y partos pretérmino.
-Es una solución efectiva para las mujeres con baja respuesta a la estimulación.
-Los tratamientos con estimulación mínima se pueden realizar en ciclos consecutivos
Desventajas
-A veces al momento de la punción se descubre que el folículo ya no está porque la paciente ovuló poco antes lo que obliga a cancelar el procedimiento y a repetir al mes siguiente programando la aspiración con anterioridad.
-Las posibilidades de embarazo son, en general, menores que en aquellos casos en los que la medicación convencional produce una buena respuesta.
Según el Dr. Pasqualini, “muchas veces el óvulo que obtenemos de un ciclo natural era de mejor calidad que aquel obtenido de un ciclo con medicación en esa misma paciente, o que aquellas pacientes que normalmente llamamos bajas respondedoras, que acumulan fracasos en una fertilización in Vitro por generar una mala respuesta a la estimulación ovárica, logran el embarazo en un ciclo natural. Es por ello que la estimulación ovárica no siempre es recomendable para todas las pacientes”, especifica el doctor Sergio Pasqualini, Director Médico de Halitus Instituto Médico.
“Las estadísticas que tenemos muestran que las mujeres que no lograron el embarazo en repetidos intentos de FIV con medicación lograron un 14% de embarazos por transferencia del embrión a partir de un óvulo obtenido en un ciclo natural. Y aunque la cifra parece baja debe tenerse en cuenta que estamos hablando de mujeres que no habían tenido resultado alguno (0%) en tratamientos anteriores. Pero además, el médico explica que en algunas otras circunstancias, esta técnica aparece como una buena opción. Este es el caso de aquellas mujeres que presentan problemas de peso y no quieren engordar aún más con la medicación hormonal o que presentan obesidad, un problema que suele provocar una mala respuesta a la estimulación ovárica”, dice el especialista.