Ser mamá tardía.
Si concebís tu primer hijo después de los 30 años, tu cuerpo está más expuesto al estrógeno y menos a la progesterona, y esto favorece la posibilidad de tener malformaciones celulares.
Vida sedentaria y tener sobrepeso.
Además de afectar el corazón, ambos casos implican una mayor presencia de colesterol en la sangre, y eso eleva los niveles de estrógeno, que es un factor de riesgo.
Vivís estresada.
El estrés disminuye tus defensas y desequilibra el sistema hormonal, lo que provoca menos capacidad para localizar y destituir la células alteradas o mutadas.
Fumás.
si bien este mal hábito tiene una relaci´no directa con el cáncer de pulmón, el efecto tóxico del cigarrillo puede alterar el normal funcionamiento de las células de diferentes tejidos del cuerpo
Fuente: Dr. Juan Isetta, mástologo de Halitus.
Fuente: Cosmopolitan