La población mundial viene en baja y enfrenta una gran amenaza: las estadísticas muestran que en el futuro las poblaciones pueden tener más cantidad de personas mayores que niños nacidos, y tender a un envejecimiento general de la población mundial y a una fuerte baja en el crecimiento demográfico.
Cerca de la mitad de las naciones del mundo con más de un 40% de la población mundial hoy tienen tasas de nacimiento menores y las tasas de fertilidad van en descenso en la mayor parte de los países desarrollados donde, sin embargo, los investigadores predicen un crecimiento sostenido de la población.
El primer gran cambio que perjudica el crecimiento demográfico está relacionado con la mujer que empezó a hacer cosas que dilataban necesariamente la búsqueda del embarazo.
Es muy común que la pareja empiece a buscar su embarazo después de los 30 años y para entonces ya han perdido su fertilidad máxima.
Por supuesto a los 30 la fertilidad todavía es alta y es poco probable que tengan problemas.
Así, las parejas no sólo buscan tener menos hijos o incluso ninguno sino que comienzan la búsqueda más tarde y entonces se presentan mayor cantidad de dificultades para embarazarse.
A partir de los 40 años la función ovárica de la mujer comienza a declinar y aunque el recurso de un óvulo donado puede resolver algunos inconvenientes e incluso reducir el riesgo de problemas genéticos que es más alto en mujeres de mayor edad, las bajas tasas de éxito de embarazo entre las mujeres de mayor edad y el aumento del riesgo de complicaciones durante el embarazo llevan a que los médicos no sometan a tratamiento a todas las mujeres que quieren ser madres después de los 40 o 50 años.
Es indispensable una evaluación del estado físico y psicológico de esas mujeres.
La postergación de la maternidad hasta el límite de las posibilidades físicas de la mujer y el surgimiento de mayor número de parejas para quienes la realización personal es el objetivo principal y deciden vivir sin hijos, influyen en las mismas estadísticas que marcan un fuerte descenso de la población.
La tasa de fertilidad
Los especialistas en demografía se basan en parámetros llamados Tasa Total de Fertilidad, la cual toma un país y un año y mide el promedio de niños que una mujer criará a lo largo de su vida según un comportamiento tipo para mujeres de esa edad en ese año. Al comparar las tendencias de un año a otro pueden establecerse tendencias de fertilidad.
Según los demógrafos, para tener un nivel de reemplazo de la población la tasa de fertilidad de un país debería rondar los 2.1. Hay muchos países con tasas menores a este número: Rusia tiene 1.28, Polonia 1.25, Alemania 1.39, Australia 1.76, Japón 1.25. Sólo los Estados Unidos llegan a la marca con 2.09. Nuestro país está dentro del grupo de países con menor tasa de fecundidad, aunque existe gran disparidad entre las diferentes jurisdicciones de Argentina, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires es 1.39 pero en Misiones es de 3.15. La tasa utilizada corrientemente es la tasa de fecundidad, esto es, el promedio de hijos por mujer. Entonces, según datos del INDEC la Tasa Global de Fecundidad, proyección 2005-2010, es de 2.3 y esto aún nos pondría por fuera de la tendencia mundial.
Una de las soluciones que aparecen a nivel mundial es la inmigración dado que las estadísticas marcan que las tasas de fertilidad de los inmigrantes son más altas pero rápidamente se adaptan a las del país que los recibe y bajan.
Para tener un efecto sustancioso sobre esas tasas sería necesaria una inmigración masiva, lo cual es absolutamente inaceptable para la mayor parte de los países en cuestión.
Así las cosas, la única solución que aparece como posible es el aumento de nacimientos. Es por ello que desde el gobierno, distintos países han creado una serie de beneficios adicionales para aquellos que decidan agrandar la familia.
Si bien los estudiosos no logran ponerse de acuerdo sobre si estos incentivos funcionan o no, los gobiernos de distintos países continúan implementando este método en busca de una solución. Pero no hay consenso sobre si todavía hay tiempo para revertir esta tendencia.
Fuente: Departamento de Fertilidad de Halitus Instituto Médico