¡BUSCADAS!

Como muchas mujeres que por alguna razón no pueden concebir, Laura Markowicz pidió ayuda a un especialista en fertilización. “Me case a los 23 años y al principio no quería tener hijos. Cuando apareció el deseo, probé de forma natural y como no lograba quedar embarazada le pedí a mi obstetra que me derivara a alguien capaz de ayudarnos”, recuerda Markowicz. Tanto ella como Gabriel Sztycer, su ex marido, se hicieron una batería de estudios, gracias a los cuales se enteraron de que el inconveniente era de factor masculino y, por lo tanto, era más probable realizar un tratamiento exitoso. Sabiendo eso enviaron el material correspondiente a Estados Unidos. “Creo que estuvimos tocados por Dios, ya que los análisis los recibió un médico uruguayo que me recomendó que no viajara a Estados Unidos a hacer el tratamiento ya que el Dr. Sergio Pasqualini estaba trayendo al país un método belga de gran efectividad para estos casos”, cuenta la mamá de Sharon y Nicole (18).
Cuando llegó a Halitus Instituto Médico con la ilusión de quedar embarazada, Laura ya había probado otras dos opciones: una fertilización in vitro (que es, tal vez, la más polémica de las alternativas para concebir debido al gran porcentaje de embriones que se descartan en la búsqueda de resultados positivos) y un SUZI (sigla que significa Inyección Subzonal de Espermatozoides). Para el nuevo intento-dicen que la tercera es la vencida- optó por el método ICSI, que consiste en la Inyección Intracitoplasmática que, según explica el Dr. Pasqualini (MN 39914), “consiste en introducir un solo espermatozoide dentro del citoplasma de casa óvulo maduro mediante la utilización de una aguja de cristal muy delgada”. Este método se sigue realizando en Halitus (la inseminación intrauterina tiene un 14%, la ovodonación, un 50% y la crio preservación, un 35%).
“La técnica en Argentina tiene la misma edad que mis hijas”, bromea Laura al tiempo que recuerda cómo fue el proceso: “Al principio fue duro, pero teníamos un deseo tan grande de ser padres que nos embarcamos en esto con la convicción de que lo íbamos a lograr. En la primera prueba se formó el embrión del cual nacieron las gemelas”. La gestación de las niñas fue normal y nacieron a los 8 meses: Sharon pesó 2150g y Nicole 2300g. “Las chicas son de Tauro y siempre tengo presente lo que me dijo Pasqualini cuando colocó la inyección: “Te transfiero un torito”.
“Las cosas no son siempre como uno las plantea”, dice la madre y luego explica sus razones. Convencida de que no iba a quedar embarazada por medios naturales eligió no cuidarse y una década más tarde –ya sin la ansiedad de tener un hijo- fue al médico porque tenía un atraso y se enteró de la inminente llegada de Sefania, la menor de sus niñas.
Pasaron casi dos décadas desde que concibió a las gemelas y mientras las mira con una gran sonrisa asegura: “volvería a hacer el tratamiento porque ser madre es algo hermoso. Siempre soñé con una familia: no hay nada más lindo que tener un bebe en la panza y luego escuchar que te llaman mamá. Es algo mágico”. F.R.P.

De a dos
Las gemelas Sztycer fueron las primeras argentinas concebidas gracias a la técnica ICSI. El Dr. Pasqualini todavía las ve y celebra con ellas la audacia con la que su mamá se sometió al tratamiento.

Qué camino elegir
El Dr. Sergio Pasqualini es el director de Halitus Instituto Médico donde se realizan anualmente unos 2300 tratamientos de fertilización asistida, de los cuales el 65% es de alta complejidad.
Según el especialista, lo primero que debe hacer una mujer que quiere pero no puede quedar embarazad es consultar a un médico preparado para evaluar a ambos miembros de la pareja y recomendar el tratamiento más adecuado en cada caso.
Aparte recomienda prestar especial atención a las situaciones de stress, angustia y cansancio que pueden afectar la calidad de los óvulos.
En ese sentido, su clínica ofrece terapias complementarias de relajación, respiración y auto nutrición que ayudan al bienestar físico y psíquico.
De todos modos en ciertos sectores el tema no deja de ser polémico. Mientras desde lo técnico se habla de efectividad y la ley incluye una gran diversidad de tratamientos en el Plan Médico Obligatorio, desde la bioética se cuestionan aspectos como la disociación entre la procreación y el acto conyugal y la manipulación de embriones.