Se la considera un récord mundial, pero sus papás prefieren llamarla «un precioso regalo de Navidad». La beba Emma Wren nació el 25 de noviembre en el estado de Tennessee (Estados Unidos) a partir de un embrión que había estado 24 años congelado.
Tiene poca diferencia de «edad» con su mamá. El embrión fue congelado el 14 de octubre de 1992, año y medio después del nacimiento de la madre. «Este embrión y yo podíamos haber sido mejores amigos», bromeó Tina Gibson, de 26 años recién cumplidos, en diálogo con la CNN. «Yo sólo quería un bebé. No me importaba si era un récord mundial o no», agregó.
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La implantación tuvo lugar en marzo en el centro nacional de donación de embriones (NEDC, por su sigla en inglés) de Knoxville. El instituto recibe embriones donados en forma anónima por parejas que no los quieren o necesitan. Luego, los distribuye entre aquellas que desean tener hijos. Con este método, lograron unos 700 embarazos.
El embrión fue congelado el 14 de octubre de 1992 y deshelado por la directora de laboratorio de NEDC, Carol Sommerfelt, el 13 de marzo de 2017. Tina quedó embarazada de Emma como resultado de una transferencia de embriones congelados (FET) realizada por el director médico de NEDC, Jeffrey Keenan