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Argentinos viajan a EEUU para alquilar un útero


Es la solución que muchas encuentran cuando las técnicas de fertilización asistida no tienen respuesta. Hacen contrato con empresas que cuelgan en internet la imagen de las potenciales madres subrogadas. El caso de gays que también buscan un hijo a través de esa práctica y la historia de una mujer que intercambiará su útero por la posibilidad de radicarse legalmente en España. Especialistas en reproducción recibieron consultas de parejas españolas que quieren alquilar en el país

Por Lorena Retegui
De la Redacción de Hoy

Una práctica cuestionada, costosa, pero que va camino a convertirse en la alternativa para muchas mujeres. Ante el vacío legal que hay en nuestro país, hay argentinas que deciden viajar a Estados Unidos en busca de un útero subrogado.
El procedimiento más sencillo es la búsqueda a través de internet. Hay parejas que contratan a las llamadas madres de alquiler mediante empresas estadounidenses que se dan a conocer por la web.
Especialistas en reproducción asistida reconocen haber tenido últimamente casos de mujeres que no pueden tener a su hijo por alguna patología en el útero. Muchas se quedan en la mera consulta, otras (con un bolsillo más elástico) ya se tomaron el avión para firmar ese particular contrato.
“Tuve dos casos donde finalmente decidieron viajar a Estados Unidos”, señala a Hoy el especialista en reproducción, Sergio Pasqualini, director de Halitus Instituto Médico.
Las consultas son muchas, pero los valores económicos de esta práctica no permite que todas cumplan su sueño. “Sale entre 50 mil y 70 mil dólares”, dice el especialista.
La forma de trabajo de varias empresas es simple. Ofrecen en sus páginas de internet catálogos en los que se muestran las fotografías de las madres disponibles con información de cada una de ellas. Con sólo un click en la foto, las parejas pueden disponer de todo el historial médico de la gestante, datos como la religión, sus medidas, los estudios obtenidos y hasta rasgos de la personalidad.
El médico Carlos Carrere, director del centro Procrearte en La Plata, indica a Hoy que “hay chicas que han averiguado y otras que ya hicieron el contrato”.
También el especialista Ramiro Quintana, del Instituto de Ginecología y fertilidad (IFER), reconoce: “Hay consultas para hacer la práctica en Estados Unidos”.
La mayoría de las mujeres yanquis que quieren ser madres sustitutas tienen entre 25 y 35 años; ya han tenido hijos con sus respectivas parejas pero no tienen experiencia como madres de alquiler.
De la cantidad que pagan los solicitantes, “ellas obtienen unos 10 mil dólares más, una suma que se les otorga por perder días de trabajo”, dice Pascualini. El dinero puesto en juego es uno de los puntos que genera más controversia.
Esta técnica la precisan las mujeres jóvenes que no presentan problemas en sus ovarios, pero que no tienen matriz o muestran alguna anomalía que impide la gestación, como puede ser hemorragia posparto o hipertensión maligna.
Por lo general, el problema es sólo con el útero. Pero para quienes tampoco tienen ovarios, la empresas facilitan madres de alquiler que ofrecen el “combo” completo: matriz y óvulos.
El paso siguiente será viajar a Estados Unidos -en su mayoría está contemplado en los costos-. Una vez allí, se establecen las condiciones del contrato (abogados de por medio) y el centro en el que se realizará la práctica. Esta se lleva a cabo mediante una técnica tan sencilla como es la fertilización asistida: se inserta el óvulo fecundado en el útero de la mamá que servirá para anidar el embrión.
Los matrimonios suelen obtener en el país extranjero un certificado médico que asegura que el niño es suyo.
Las consultas argentinas no sólo se dan en el país del norte, también en México y hasta en la India, cuentan los médicos.
“En la India es seguramente mucho más económico que en Estados Unidos”, dice el director de Halitus.
Sin embargo, el especialista aclara: “Pudiendo hacerse acá y que económicamente sea mucho más accesible, no se justifica que se tenga que ir a otro país”. Es justamente de base legal la primera pregunta que se hace después de un nacimiento por alquiler de útero: ¿a quién pertenece el bebé?
La legislación argentina considera madre a quien da a luz y no a quien puso la carga genética, a diferencia de otros países, como Estados Unidos, en donde un contrato bien detallado no deja lugar a dudas ni reclamos.
“Acá no está prohibida”, aclara Pascualini. Pero los médicos en la mayoría de los centros especializados no la realizan. Y tienen sus motivos. “Acá nadie se va a querer meter con esto si no hay ley que proteja a los médicos”, señala el especialista. El conflicto que se teme, por lo tan to es que la mamá portadora no quiera entregar el bebé.
Los especialistas coinciden en que la única forma de que no haya problemas de ese tipo es que el contrato de palabra sea entre parientes.